Mensaje nº 173 (Anna Longman / misc.)
Asunto: Ash.
Fecha: 21/11/00 a las 02:01 p.m.
De: Ngrant@
Anna:
Entonces aquí va algo para divertirte y que dejes los nervios mientras esperamos. Isobel ha estado releyendo mi traducción del «Fraxinus» y, como no tenemos nada mejor que hacer por ahora, hemos estado elaborando una explicación racional científica completamente espuria para las habilidades de Ash y la Faris respecto al Gólem de Piedra. ¡Decidimos ver si podíamos superar a Vaughan Davies! Va como sigue:
Dado que los seres humanos no pueden, por lo que nosotros sabemos, conversar con las estatuas de piedra, esto debe, por definición, suceder por el poder de un milagro.
Por supuesto, los ordenadores tácticos de piedra y latón tampoco funcionan en el mundo tal y como lo conocemos. Así que esta teoría también tendría que explicar la construcción de los diversos gólems de piedra por parte del rabino de Praga y los descendientes de Radonico. ¡Por lo tanto, dicha construcción también ha de ser milagrosa!
Isobel y yo hemos estado jugando a las hipótesis, y nuestra teoría es: supongamos que esta habilidad de realizar milagros fuera GENÉTICA. ¿Y si existiera tal cosa como un gen que permitiera obrar milagros? ¿Y si el obrar maravillas tuviera una base científica en vez de supersticiosa, cómo funcionaría?
Obviamente tendría que ser un gen recesivo. Si fuera dominante todo el mundo estaría constantemente haciendo milagros. Probablemente junto a su aspecto recesivo lleva asociado algo peligroso en el mismo alelo: Isobel señaló que puesto que las ratas azules tienen dificultad para criar, una mutación espontánea que produzca una rata azul no perpetuará su línea. No se ven muchas ratas azules en libertad, y de hecho puede que no existiera ninguna hasta que los criadores empezaron a interesarse en el
Imaginemos entonces que este «gen milagroso» saliera a la superficie a través de la mutación espontánea muy poco frecuentemente, y por lo tanto aquellos nacidos con la capacidad de realizar milagros serían los profetas y líderes religiosos memorables de la historia: Cristo, el aún por identificar profeta Gundobando de los visigodos; los principales santos y los grandes visionarios y videntes de otras culturas. No trasmitirían necesariamente su herencia genética, pero esta seguiría allí como un gen recesivo.
En la historia de la familia de Leofrico que se narra en el «Fraxinus», Isobel sugiere (algo en lo que yo no había pensado), que tanto el rabino como la esclava lldico fueran «hacedores de maravillas», ambos provistos de dicha capacidad y portadores del gen. El rabino, como hacedor de maravillas, podría construir un milagroso ordenador de piedra para jugar al ajedrez. Ildico, como descendiente de Gundobando, tendría suficiente capacidad para concebir un hijo de la estatua de piedra, pero no como para hacer milagros ella misma. Su hija, Radegunde, podría realizar el milagro de la comunicación a larga distancia con el ordenador y de construir sus propios gólems, pero dadas las circunstancias de su concepción, sería propensa a la inestabilidad física y mental.
Los descendientes de Radegunde e lldico tendrían todos ellos el potencial de obrar milagros, pero haría falta un largo programa de cría selectiva para que apareciera otra Radegunde. Considerando que no había ningún hacedor de maravillas para ayudar a la familia de Leofrico en este proyecto, harían falta doscientos años de cría selectiva. (La moralidad de esto es otro asunto, y ciertamente no parece habérseles pasado por la cabeza a Leofrico o sus ancestros.)
Tanto la Faris como Ash portarían el gen milagroso, y en ellas la capacidad de usarlo sería dominante. En Ash no parece haber estado activa en el momento de su nacimiento, sino haberse activado con la pubertad, momento en el cual empezó a «descargar información» del Gólem de Piedra.
¡Y ahí lo tienes! Es una pena que no haya milagros. Bueno, esto es lo que hacen los estudiosos para divertirse en las largas y frías tardes...
Por supuesto los milagros son, dejando a un lado las historias de las diferentes religiones, pura superstición. Un milagro es una alteración no científica en el tejido de la realidad, si puedo definirlo de este modo, y por definición es imposible. Cuando uno está sentado en una tienda de campaña sobrante del ejército, sorprendentemente fría (había niebla salida del mar) sin nada que hacer excepto esperar la reanudación de las excavaciones, eso se convierte en interesantes especulaciones.
Si este retraso dura mucho más, tengo confianza en que Isobel y yo lo próximo que haremos será desarrollar una teoría acerca de cómo podría producirse un «milagro» o «alteración no científica en el tejido de la realidad». Después de todo, ya no somos materialistas del siglo XIX; los últimos avances de la física nos han enseñado que todas nuestras leyes de la naturaleza y nuestro aparentemente sólido mundo son probabilidades, relativismo e incertidumbre. ¡Sí, otras dos horas y lo dejamos listo! Elaboraremos la teoría Ratcliff-Napier-Grant de milagros científicos. Así que empieza a rezar por que los políticos locales cambien de ideas ¡para que tengamos algo real que hacer!
Espero que te haya divertido.
Pierce.