USO Y FUNCIONAMIENTO

En La constante universal de la vida, Alexander comienza: «Pocos somos, hasta ahora, los que hemos prestado atención a la cuestión de hasta qué punto somos individualmente responsables de los males que afligen a nuestro cuerpo.» La cuestión de la responsabilidad individual está en el centro mismo de su trabajo. Alexander advirtió que nunca se había responsabilizado de su Uso de sí mismo. En lugar de utilizar plenamente su capacidad de opción, se había limitado siempre a hacer lo que «le parecía» bien. Nunca había cuestionado ese Uso no razonado hasta que descubrió que determinados hábitos suyos perjudicaban su funcionamiento. Entonces, cuando al fin decidió ejercitar su capacidad de opción, tuvo que enfrentarse a la casi insuperable fuerza del hábito.

Comentando este descubrimiento, Walter Carrington escribió:

Sus experimentos le llevaron a estudiar procesos de cuya naturaleza sabía muy poco, y de los que nadie, en verdad, sabe mucho todavía. Aún hoy, el organismo humano considerado como un todo sigue siendo territorio en buena parte desconocido por lo que a la observación experimental se refiere. La naturaleza de la relación entre mente y cuerpo aún está por determinar. La relación precisa entre los que denominamos aspectos voluntarios e involuntarios de la conducta humana sigue siendo desconocida, y aunque actualmente sabemos bastante más de lo que se sabía en los primeros tiempos de Alexander sobre la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso, la naturaleza exacta de los procesos de la voluntad y el deseo, de la opción y la selección de una respuesta, del pensar y el sentir, y de todos los demás procesos llamados mentales de los que somos subjetivamente conscientes sigue siendo en gran medida un misterio.

Fue el reconocimiento de esta situación lo que condujo a Alexander, para solventar sus necesidades descriptivas, a elegir términos al mismo tiempo tan sencillos y tan libres de connotaciones como fuera posible. Alexander advirtió que la línea fronteriza entre lo voluntario y lo involuntario era demasiado confusa para prestarse a una distinción tajante.

El cuerpo recobrado
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004_split_000.xhtml
sec_0004_split_001.xhtml
sec_0004_split_002.xhtml
sec_0004_split_003.xhtml
sec_0005_split_000.xhtml
sec_0005_split_001.xhtml
sec_0005_split_002.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007_split_000.xhtml
sec_0007_split_001.xhtml
sec_0007_split_002.xhtml
sec_0007_split_003.xhtml
sec_0007_split_004.xhtml
sec_0007_split_005.xhtml
sec_0007_split_006.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009_split_000.xhtml
sec_0009_split_001.xhtml
sec_0009_split_002.xhtml
sec_0009_split_003.xhtml
sec_0009_split_004.xhtml
sec_0009_split_005.xhtml
sec_0010_split_000.xhtml
sec_0010_split_001.xhtml
sec_0010_split_002.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012_split_000.xhtml
sec_0012_split_001.xhtml
sec_0013_split_000.xhtml
sec_0013_split_001.xhtml
sec_0013_split_002.xhtml
sec_0013_split_003.xhtml
sec_0013_split_004.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015_split_000.xhtml
sec_0015_split_001.xhtml
sec_0015_split_002.xhtml
sec_0015_split_003.xhtml
sec_0016_split_000.xhtml
sec_0016_split_001.xhtml
sec_0016_split_002.xhtml
sec_0016_split_003.xhtml
sec_0016_split_004.xhtml
sec_0016_split_005.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_006.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_007.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_008.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_009.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_010.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_011.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_012.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_013.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_014.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_015.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_016.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_017.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_018.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_019.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_020.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_021.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_022.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_023.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_024.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_025.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_026.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_027.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_028.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_029.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_030.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_031.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_032.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_033.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_034.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_035.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_036.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_037.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_038.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_039.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_040.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_041.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_042.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_043.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_044.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_045.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_046.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_047.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_048.xhtml