Hacer Posible Lo Imposible
Retomemos del capítulo anterior ese As de la actitud junto con el comodín del asumir y preguntémonos ¿Qué es algo imposible? Imposible es todo aquello que el ser humano ASUME que no puede existir, hacerse o alcanzarse... eso, por supuesto, hasta que alguien demuestra lo contrario...
¡Esa es la base del pensamiento mágico! Y por ello, es que la magia se considera el arte de hacer posible lo imposible, y si revisa nuevamente dicha definición, notará que la palabra ASUMIR, es clave...
Quienes han seguido mis textos o presenciado alguna de mis conferencias, sabrán que hago constante referencia a lo que denomino como EL MUNDO DE LOS PEROS. Hoy, aun tras miles de años de evolución, innovación y desarrollo, el ser humano insiste en encontrar peros en todo: zancadillas mentales que evitan, muchas veces por pura pereza mental, que éste siga adelante.
Es así como una combinación de peros suele imponer el límite en la mente del espectador de lo que es posible. Y cuando el mago demuestra lo contrario, la magia ocurre.
¿Que solo es una ilusión, una trampa, o un truco? Falso: Todo lo que el mago hace, es un milagro hasta que se demuestre lo contrario. Y los mismos "peros" de la audiencia, se encargarán de mantener esa ilusión.
Si usted quiere deshacerse de la competencia, haga magia. Haga posible lo imposible o por lo menos, logre que en la mente de sus clientes y competencia, eso sea lo que ocurre: que usted está dispuesto a caminar una distancia adicional que para la gente normal no es tan fácil.
Eso fue lo que hizo Steve Jobs cuando exigió que su teléfono, el iPhone, debía tener solo un botón. Eso es lo que hizo David Copperfield cuando decidió desaparecer la estatua de la libertad. Y eso es lo que está haciendo Elon Musk con su empresa Space X, mientras trabaja en desarrollar una forma económica de viajar a Marte.
Cada uno de ellos adoptó la actitud de hacer a un lado esos PEROS que el resto insistimos en señalar. Su atención se centró en el efecto antes que en el método, se deshicieron de toda suposición eliminando esos comodines propios del asumir. ¿Cómo lo logran y cuál es su secreto? Su obsesión por el efecto a conseguir.
La obsesión, trasciende al deseo a veces confundiéndose con locura. ¡Pero vaya que es una locura cuerda! Cuando uno se obsesiona con lograr algo, la misma mente se convierte en un observador compulsivo, un cazador de fichas que puedan encajar dentro de ese rompecabezas aparentemente imposible, y así crear y aprovechar oportunidades para desarrollar métodos.
Elon Musk sigue invirtiendo millones en su "descabellada" idea de Space X, y ahí va: Insiste, prueba, aprende, adapta y comienza nuevamente, y muy seguramente un día nos dará una sorpresa como miles de individuos que fueron llamados locos en su momento, al llevar a cabo lo que todos asumimos hasta entonces, que no se podía hacer...
Sí, las cosas son imposibles hasta que alguien demuestra lo contrario. Arthur C. Clarke, científico y novelista británico, definió las que hoy son conocidas como las tres leyes de la innovación:
1. Cuando un experto diga que algo es posible, casi con seguridad lo será. Cuando un experto diga que algo no es posible, casi con seguridad estará equivocado.
2. La única manera de conocer los límites de lo posible, será aventurándose hacia lo imposible.
3. Cuando una tecnología es lo suficientemente avanzada, esta será indistinguible de la magia.
Todo avance de la humanidad, alguna vez fue cuestionado como algo imposible, y fueron muchos quienes murieron en la hoguera, porque sus descubrimientos e ideas eran tan innovadoras, que se les consideró brujos con un poder mágico que no tenía cabida para sus tiempos: Todos ellos pensaron diferente. Eso es imponer ese as de la actitud antes de caer en la comodidad del asumir que lo que ves es lo único que hay...
¿Cómo lograr desarrollar esta forma de pensar? En su libro BREAKING THE MAGIC SPELL, Jack Zipes, menciona la siguiente historia:
Hace muchos años, Albert Einstein fue abordado por una mujer que quería consejo sobre cómo criar a su pequeño hijo para que llegara a convertirse en un gran científico. El principal interés de la mujer consistía en saber qué libros leerle al pequeño con el fin de despertar en él la curiosidad propia de los hombres de ciencia.
–Cuentos de hadas–, le contestó Einstein sin dudarlo dos veces.
–Bien, ¿pero qué debería leerle después de los cuentos de hadas?–, preguntó la madre.
–Más cuentos de hadas–, replicó Einstein.
–¿Y después?
–¡Muchos más cuentos de hadas!–, le dijo el grandioso científico, ondeando su pipa al aire, como un hechicero que le da fin a una larga aventura.
Que no quede la menor duda de que la mejor forma de promover un pensamiento diferente es fomentando y cultivando la imaginación y el conocimiento.
Mágika lo dice claramente a nuestro visitante de Asombro S.A. cuando le señala la biblioteca como el secreto detrás del éxito de los mejores "cosiámpiros que han existido", y explica que el conocimiento jamás le es negado a nadie dentro de la organización.
Hay cientos de joyas guardadas en libros y conocimientos clásicos esperando la magia del as de la adaptación para convertirse en los efectos que agradarán a nuevas generaciones. Luego, mantener un radio de lectura de un clásico por dos o más textos modernos es una excelente manera de estimular la mente a crear paralelos y generar avances tecnológicos.
Las mejores ideas suelen venir de las fuentes más disparatadas de información. No hay malas ideas, solo contextos diferentes. Y es aquí donde una herramienta como la subasta de ideas y el liderazgo colectivo entran a jugar un papel importante: En Asombro S.A. ninguna idea es desechada, solo toma un poco de tiempo en ser pulida, madurada y mejorada, hasta convertirse en una obra maestra.
No confundir jamás gestión del conocimiento con aprehensión del conocimiento. Represar la información es represar la organización.
Es el conocimiento lo que permite que el mago renueve su repertorio. ¿Cuál es el motor que renueva el suyo? Siempre que usted perciba un estancamiento, a nivel personal u organizacional, puede estar seguro de que lo que necesita es refrescar su conocimiento, aprender algo nuevo.
¿Y qué hay del otro ingrediente, el de la imaginación? Solo por medio de ésta será posible aplicar aquella segunda ley de la innovación de Arthur C. Clarke y adentrarse hacia lo imposible.
Seguramente usted ha escuchado aquello de "pensar fuera de la caja" o "pensamiento lateral". Edward De Bono, escritor y psicólogo maltés, acuñó el término en su libro NEW THINK: THE USE OF LATERAL THINKING, una técnica para la resolución de problemas de manera creativa donde la lógica convencional suele hacerse a un lado.
La idea básica tras este concepto es que la mayoría de personas asumen una posición lineal al momento de resolver un problema en donde solo existe una solución que por lo general puede alcanzarse siguiendo una secuencia predeterminada. En pocas palabras: a la gente le da pereza pensar, su imaginación ha sido decapitada.
¡Oh descubrimiento este! Si bien se le abona a De Bono, que haya puesto por escrito que así es como piensan la mayoría de seres humanos, los magos han sabido esto por siglos, pues es precisamente esta "debilidad" humana de siempre afrontar los problemas desde la misma posición sin hacer a un lado las reglas lógicas pre-establecidas, lo que permite lograr justamente el efecto mágico. Es por ello que en Asombro S.A las suposiciones se identifican como tal y deben ser desechadas cuanto antes. La mayoría de personas piensan verticalmente: se basan en lo preexistente. El pensamiento lateral, se da el lujo de salirse por la tangente, darle cabida ilimitada a la imaginación y así codearse con lo imposible.
Una magnífica forma de ilustrar en qué consiste esto del pensamiento lateral, es a través de una historia que el mismo De Bono cuenta en su libro:
Un granjero, debía una gran suma de dinero al prestamista del pueblo quien tenía fama de ser un tipo usurero y peligroso.
Ante la imposibilidad del granjero de pagar a tiempo y las amenazas del prestamista de enviarlo a la cárcel, el sucio usurero le hizo una propuesta: Le perdonaría la deuda si el granjero le daba a su bella hija en matrimonio.
El granjero horrorizado no podía aceptar semejante propuesta de cambiar a su hija por una deuda. Así que el prestamista sugirió que fuera el azar quien decidiera si la propuesta iba o no. Para ello, planteó colocar dos piedras –una blanca y otra negra– dentro de una bolsa. La hija del granjero debía sacar una de las piedras al azar. Si sacaba la piedra blanca, la deuda quedaba perdonada, pero si sacaba la negra, ella se casaría con el prestamista; y si la mujer se negaba a participar del juego, su padre sería enviado a la cárcel inmediatamente.
El prestamista se agachó a recoger dos pequeñas piedras del suelo cuando la hija del granjero notó, que éste había tomado rápidamente dos piedras negras y las había puesto dentro de la bolsa. El prestamista le pidió a la mujer que sacara entonces una de las piedras y decidiera la suerte de todos.
... Hagamos una pausa:
¿Qué le habría usted aconsejado a la mujer? ¿Cómo habría sugerido enfrentar semejante dilema?
En este punto, la mujer tiene tres posibilidades:
Negarse a sacar la piedra. Con lo que el granjero iría inmediatamente a la cárcel.
Sacar las dos piedras negras. Señalando la trampa del prestamista, pero a fin de cuentas nada habría cambiado, pues habrían repetido el sorteo.
Sacrificarse sacando inevitablemente la piedra negra, para evitar la cárcel de su padre y así condonar la impagable deuda.
Según la lógica tradicional y el pensamiento directo, este es un dilema que no tiene solución. ¿Qué hizo la chica? Afrontó el problema de manera lateral, saliéndose por la tangente.
La mujer metió la mano en la bolsa y sacó cualquiera de las piedras dejándola caer torpemente sin que nadie alcanzara a verla sobre el suelo en donde se confundió nuevamente con el resto de guijarros blancos y negros del camino.
"¡Que torpe soy! ¿Cómo puede pasarme algo así?" dijo preocupada, disculpándose y continuó: "Pero no importa. Podemos saber que piedra fue la que saqué revisando cual es la que queda en la bolsa. Si queda la blanca, pues es porque saqué la negra. ¿No es así?" y pidiéndole al prestamista que sacara la piedra que quedaba, todos pudieron ver que era negra con lo que resultaba "obvio" que la piedra que la mujer había sacado y dejado caer, tenía que haber sido la blanca, y como el viejo prestamista no se atrevió a confesar su trampa, la hija del granjero logró transformar un dilema, aparentemente imposible de resolver, en una situación ventajosa.
Cuando de innovar se trata, fíjese cuál es su predisposición y la de su equipo, ¿Qué están asumiendo? Y luego busque cómo deshacerse de tal regla, deshaciéndose de toda lógica, echando mano de una imaginación ilimitada que se permite fantasear con un mundo irreal.