A Kathleen Walker
PARÍS, 26 de octubre de 1958
Kathleen Walker,162
Editor, Américas,
WASHINGTON D.C.
Estimada señora:
Acabo de recibir su carta del 21 del corriente. Lamento mucho decirle que lo que en ella se califica de "little judicious cutting", y especialmente las "condensations" tan hábilmente llevadas a cabo por los esfuerzos conjuntos de dos editors de las ediciones española e inglesa de Américas, me parecen mutilaciones inaceptables desde todo punto de vista.
Sé muy bien que mi cuento163 es demasiado largo para la revista. Pero cuando el sastre me prueba un traje que no cae bien, no se le ocurre pedirme que me corte las piernas o reduzca a cinco el número total de mis costillas. Del mismo modo, un vendedor de marcos no pretenderá que un pintor suprima varios centímetros de su tela para que encaje exactamente en el modelo disponible. En este caso el marco es Américas, y si mi cuento es realmente tan digno de ser publicado como lo señala la última frase de su carta, el marco debe servir a la tela, y no viceversa. Lo contrario será, quizá, excelente periodismo; pero ya se sabe que del buen periodismo sale la mala literatura. No me crea vanidoso ni pedante. Deseo simplemente dejar constancia de que para mí un cuento no se diferencia intrínsecamente de un poema, en el sentido de que sus valores rítmicos, la estructura de la frase y el desarrollo de la acción deben cumplir sobre el lector un efecto de carácter análogo al de la poesía. Si yo aceptara, por ejemplo, la "condensación" de las últimas líneas de la P.2, que me propone usted, también cabría aceptar que el comienzo de Burnt Norton fuera condensado" en la forma siguiente:
Time present and (time) past
Are (both) perhaps present in (time)future,
And (time) future contained in (time) past164
Dudo mucho de que T. S. Eliot aceptara esa condensación que, sin embargo, es un buen trabajo de pre-edición.
Sé muy bien que en los EE.UU. las alteraciones de este tipo son de práctica corriente. Stephen Spender las denunció hace años en un magnífico ensayo publicado en Horizon. En la Argentina y en Francia creemos que Spender tenía razón y que nadie, ni siquiera por razones de estilo, tiene derecho a alterar un texto literario, pues un escritor debe cargar con sus defectos tanto como con sus méritos, y el único juez de ellos ha de ser el lector. Personalmente me hubiera parecido muy razonable que Ud., por razones literarias, me sugiriese cortes y condensaciones de mi cuento. Lo que me subleva, y me obliga a contestar negativamente a su carta, es que esas modificaciones proven gan tan sólo de una falta de espacio. ¿No hubiera sido mucho más simple no publicar el cuento, o publicarlo con caracteres más pequeños para que cupiera en el espacio disponible?
Excúseme la vehemencia de esta carta, pero defiendo en ella algo que creo esencial a la definición misma de lo que debe ser un escritor. Nada podría agradarme más que la publicación de un cuento mío en Américas, cuyo amplísimo público lector conozco y respeto. Deploro, pues, que los términos que se me proponen me resulten inaceptables.
No quiero terminar esta carta, señora Walker, sin agradecerle a título personal su gentileza para conmigo, y el esfuerzo que ha cumplido en mi favor. Créame su amigo invariable, y acepte mis mejores saludos,
Julio
P.D. Devuelvo adjunto el formulario incluido en su carta.165