PAN KIEHOT

Lo digo siempre, qué talento tienen los polacos.

Demasiado talento, talento para qué,

talento manual, para besar con la boca,

talento también para la nostalgia y la caballería;

vino Don Quijote, polaco de gran talento,

que en Kutno, sobre la colina,

mantuvo el crepúsculo a sus espaldas

y hundió con talento su lanza al rojo blanco

cabalgando animales sin talento,

que dependen de motores,

directamente hacia el gris campaña, hacia los flancos…

Entonces irrumpió con talento, los sin talento besaron

—no sé si ovejas molinos tanques—,

besaron las manos a Pan Kiehot,

que se avergonzó y enrojeció con talento;

cómo diría yo… qué talento tienen los polacos.