AGRADECIMIENTOS

Gracias a Manuel Carcassonne por haber creído en este proyecto durante cuatro años y haber apoyado a su autor en sus momentos de duda existencial.

Gracias a Andrew Nurnberg por haber preguntado en 2012 a Phyllis Westberg cuándo tenía intención el Salinger Estate de publicar inéditos, sin obtener por respuesta más que una sonrisa enigmática, digna del gato de Cheshire.

Gracias a Nathanaël Karmitz y a Kate Guyonvarch por haber actuado como intermediarios ante la familia Chaplin (en vano).

Gracias a Olivier Nora por su tenaz entusiasmo a pesar de mis tergiversaciones insoportables.

Gracias a Juliette Joste y a mi madre, Christine de Chasteigner, por sus lecturas intransigentes.

Gracias a Lara por haber dicho sí.