NOTA DE LA AUTORA
Los acontecimientos que se narran en esta historia son fruto de mi imaginación, por lo que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
La existencia de las películas snuff no está comprobada hasta la fecha. Entorno a estos vídeos han surgido ciertos mitos y leyendas urbanas que me han servido de base para incluir su existencia en la novela. Del mismo modo, la vinculación de la masonería con dichos vídeos no es más que una invención destinada a servir de base para el desarrollo de la historia.
La masonería o francmosenería, al contrario de lo que se desprende de los atroces crímenes que investigó la protagonista de esta historia, es una institución discreta que busca el perfeccionamiento del hombre a través de la búsqueda de la verdad y el desarrollo social y moral del ser humano.
Los acontecimientos narrados en esta novela se desarrollan en el año 2013, sin embargo, la pena de muerte no se aplica en Seattle desde febrero de 2014, fecha en la que el Estado de Washington suspendió la aplicación de la pena capital.
El nombre del psiquiátrico Waverly Hills al que hago referencia en la historia ha sido tomado de un sanatorio que existió en la realidad. Waverly Hills se fundó en 1910 para albergar a pacientes con tuberculosis. Debido al alto número de fallecimientos y a las leyendas urbanas que circulan respecto al lugar, el edificio ha aumentado su popularidad y recibe visitas de amantes de lo paranormal, e incluso se llegó a filmar una película denominada “Death Tunnel”. En la actualidad, se han desarrollado planes para reconvertir el sanatorio en un hotel.