LOS CANANEOS Y JUDÍOS: AMOR-ODIO
En el libro de Esdras se cuenta que los
judíos tenían un serio problema: los matrimonios mixtos entre
hebreos y mujeres extranjeras, muchas de origen cananeo. Eso
generaba que los esposos israelitas se dejaran influir por sus
esposas cananeas practicando el culto a Ashera. Esto lo sabemos por la gran cantidad de
alusiones que se hacen en el Antiguo Testamento a los Postes Sagrados, señal inequívoca de la adoración a
Ashera. Recordemos que la reina Jezabel,
esposa sidonia del rey Acab tenía consigo 450 profetas de Baal y
400 del Poste Sagrado, es decir, de Ashera (1 Reyes 18:19). El rey Manases hasta colocó
en el mismísimo Templo de Salomón un Poste de Ashera (2 Reyes 21:7), adoración que su hijo Amón
reanudó, junto con la prostitución ceremonial (2 Crónicas 33:11 al
13, 15, 21 al 23).
Tan importante fue la religión de la diosa
Ashera en Canaan que los hebreos jamás
llegaron a erradicarla, sino que poco a poco se fue mezclando con
la religión judaica. Actuales investigaciones en Tierra Santa han
descubierto varias esculturas y pinturas donde Jehová ha tomado el
lugar del dios cananeo El y desposa a
Ashera como su consorte. Hay varios
lugares en el Antiguo Testamento donde el Dios hebreo está
designado con el nombre cananeo El. Las
costumbres cananeas estaban pues muy enraizadas en el pueblo judío.
Moisés trató de combatirlas haciendo una purga. Pero fue en vano.
Como Ashera no podía ser borrada de la
mente del pueblo judío, entonces fue transformada en Shekinah, esposa de Jehová.
Luego los cristianos convirtieron a
Shekinah en la Virgen María.