HEREJÍA ORTODOXA
Se ha dicho que los apócrifos son todos
escritos por herejes malhumorados que estaban reñidos con la
Iglesia. No es así. Existen apócrifos muy obedientes de la
ortodoxia cristiana, como el Protoevangelio de
Santiago, que hasta exagera el dogma de la virginidad de
María, llevándolo hasta sus últimas consecuencias: ser virgen
post-parto. Supuestamente escrito por
Santiago el menor. La mayoría de los apócrifos ortodoxos estaban
incorporados inicialmente dentro del canon como Pastor de Hermas, Didaché, Epístola de Bernabé y
Hechos de Pablo. Gozaron de gran
prestigio en la antigüedad cristiana. Los vemos por ejemplo en el
Códice Claromontanus del siglo III y en
el famoso Códice Sinaítico del siglo IV.
Inclusive los Padres de la Iglesia recomendaban su lectura. ¿Por
qué entonces fueron extraídos si eran tan buenos? ¿Quizá porque en
el fondo no lo eran tanto y sí comprometían ciertas verdades
dogmáticas de la doctrina cristiana? Veamos a continuación los
Padres de la Iglesia del siglo III que aceptaban apócrifos como
canónicos. Es interesante observar cómo fue cambiando el canon
cristiano hasta que se consolidó en el siglo IV.

Algo en común que poseen los canónicos y los
apócrifos es que están de acuerdo en mostrar un Jesús que enseña a
las personas el camino de una superación de la miseria humana para
acceder a un nivel superior que se identifica como "Reino de los
Cielos", donde ya no existe la muerte y la vida es una gran
continuidad.
