JOSÉ REHÚSA VOLVER A CASARSE
Según el Pseudo
Mateo, cuando el sumo pontífice fue a recoger las varas para
examinarlas en el Sancta Santorum del templo (el altar), allí se le
aparece un Mensajero quien le asegura que la paloma brotaría de la
vara más pequeña, que pertenecía a José.
Siendo José muy viejo y no queriendo hacerse
cargo de la doncella, no había reclamado su vara. Sin embargo, el
sumo sacerdote le obliga a realizarlo produciéndose, oh maravilla,
el milagro.
Si esto hubiera ocurrido en verdad, no sería
nada extraño que todo hubiera sido un truco tramado por los
sacerdotes para casar a María con uno de los miembros más
respetables y, a la vez, más ancianos de la comunidad. No podemos
olvidar que hacer trucos de prestidigitación era antes un arte
obligado de aprender por los sacerdotes de todas las religiones
antiguas. Casándola con José, los sacerdotes se sentirían seguros
de que el voto de castidad sería respetado.
El Protoevangelio
prosigue contándonos que el sumo pontífice pone a María bajo la
custodia de José, a quien la elección no le hace ninguna gracia.
Antes bien refunfuña diciendo:
"Tengo hijos y soy viejo, mientras que ella
es una niña, no quisiera ser objeto de risa por parte de los hijos
de Israel"
Sin embargo, el sumo sacerdote hace caso
omiso de la queja de José y prácticamente lo obliga con amenazas de
castigo divino a aceptar a María.
Luego de los esponsales (acto por el cual el
novio "compraba" a la novia antes de la boda por una cantidad de
dinero o bienes que en este caso debió recibir el templo), José
toma sin más remedio a María y la lleva a su casa. Una vez ahí la
deja bien resguardada con sus doncellas y se marcha a continuar sus
labores.