ENCUENTRO CON LOS GRANDES CEREBROS
Lucas y el Pseudo
Tomás exponen que José y María viajan con varias personas con
motivo de la Pascua. Entre estos debieron estar algunos de los
hijos de José y unos pocos asistentes. Ya de regreso cuando la
caravana había avanzado un día completo, se percataron de la
ausencia de Jesús. Entonces volvieron y lo encontraron muy orondo
en el templo, discutiendo tête á tête con
los Maestros de la Ley (equivalentes a los modernos teólogos),
doctores (científicos) y escribas (letrados).
El Evangelio Árabe
se extiende un poco más que Lucas. Se cuenta que entre los sabios
había también un astrónomo y un físico.
La conversación comienza con un enigma
planteado por Jesús: "¿de quién es hijo el Mesías?" Entonces
empieza una profunda discusión de donde Jesús demuestra el total
dominio de las escrituras. No suficiente con esto, enseguida se
pone a discutir de astronomía con el astrónomo y luego de medicina
con el físico. No es difícil imaginar a los escribas cautivados con
la inteligencia del chico.
Entonces todos los relatos coinciden en que
al cabo de tres días sus parientes encontraron a Jesús y que, muy
preocupada María le recriminó el haberse apartado de ellos. Todos
conocemos la respuesta de Jesús: "¿Por qué me buscáis? ¿No sabíais
que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?". A esto
añaden los apócrifos que los doctores felicitaron a María por tener
un hijo tan brillante. Sin embargo, la reprimenda debió ser muy
fuerte pues el Evangelio Árabe relata que
después de este incidente Jesús no volvió a contrariar a sus padres
y fue mucho más discreto en cuanto a sus prodigios, ocultándolo del
resto de los mortales. Además, se dedicó con mayor concentración al
estudio de la Ley como antes no lo había hecho (pues se resistía a
ir al colegio, como vimos), ya no solo reteniendo lo que escuchaba
de su mamá o de su papá, sino leyendo por su cuenta los viejos
libros, volviéndose autodidacta. Sin duda aquel encuentro con los
sabios fue una experiencia sumamente gratificante para el joven
Jesús. A raíz de ello, su interés por el conocimiento creció.
Cabe agregar que en Juan 7:15 se corrobora la
versión de los apócrifos que afirma que Jesús nunca finalizó su
educación en ninguna escuela convencional. Un grupo de judíos se
asombraban de escuchar a Jesús: "¿Cómo tiene conocimiento de letras
cuando no ha estudiado en las escuelas?"