TEMPLARIOS, ROSACRUCES Y MALOS ENTENDIDOS
Por esta razón, en la época de las cruzadas,
los caballeros tem plarios que viajaron a Oriente en busca de
conocimiento, de reliquias santas y de las tumbas de los viejos
personajes bíblicos, debieron confundir a tal profeta con Jesús,
creyendo que habían encontrado su sepultura. El hallazgo debió
impactar a los caballeros que alcanzaron este lugar, al punto que
hicieron de esa tumba un enorme secreto iniciático. Secreto que un
par de siglos después pasaría a la secta rosacruz, heredera del
Temple.
Muchos de nosotros hemos oído de la leyenda
simbólica del barón Cristian Rosencreutz (cristiano rosacruz),
quien llegó a una misteriosa cripta donde encontró un libro (la
sabiduría de Oriente) en donde se le revelaban los misterios más
grandes del universo.
Al parecer, tal leyenda está ocultando el
hallazgo de la tumba de Yuza-Azaf y que Rosencreutz no es sino una
deformación deliberada de la palabra Rauza
Bal (profeta), a la que han añadido la palabra cruz en alemán para indicar la relación con Jesús
crucificado. Así, de ser correcta esta especulación, tendríamos que
reconocer en ello un error que se habría añejado por el paso del
tiempo.
Lo que lo hace más difícil desmentirlo.
No obstante, cuando toquemos el tema de la
Síndone de Turín veremos que las evidencias apuntan a que Jesús
estuvo realmente muerto en su tumba. Sin embargo, logró salir de
allí, pero no por medios normales. ¿Qué quiere decir esto?
Simplemente que una persona que había vencido literalmente a la
muerte, no podía vol - ver a morirse en Cachemira ni en ningún otro
lugar. Si Jesús logró resucitar, lo hizo transformándose en una
suerte de super-hombre que ya no estaría sujeto a las leyes físicas
que conocemos.