JOSÉ TRABAJA PARA HERODES
Expone el Evangelio
Árabe que Herodes Antipas (el hijo de Herodes el Grande)
contrata los servicios de José y le encarga un trono con medidas
muy precisas. Para fabricarlo, José permanece dos años en el
palacio de Herodes (en Tiberíades) donde acudió acompañado de
Jesús, con quien marchaba a todas partes para que aprenda el
oficio.
Lo interesante de esta historia es que, de
ser en alguna medida verdadera, Jesús habría pasado dos años de su
niñez dentro de la propia fortaleza herodiana. El hecho que el
máximo gobernador de Galilea busque a José para que le construya
nada menos que el trono era todo un privilegio. Ese honor no se le
pedía a cualquiera. Definitivamente, José gozaba de un gran
prestigio, pero no como un simple y humilde carpintero, sino como
un fino y elegante ebanista.