El estanque del negro

Conan atraviesa las praderas del sur de los reinos negros. Allí lo conocen desde hace mucho tiempo, y por eso Amra el León no encuentra dificultades para dirigirse a la costa que asoló junto con Bélit en el pasado. Pero ahora Relit es solo un recuerdo en la Costa Negra. El barco que se aleja de tierra, en el que viaja Conan afilando su espada, está tripulado por piratas de las islas ñaruchas, que se encuentran cerca de la costa de Zíngara. Ellos también han oído hablar de Conan y le dan la bienvenida porque aprecian su experiencia y su destrenza con la espada. El cimmerio tiene unos treinta y cinco años de edad cuando se une a los piratas barachanos, a quienes acompaña durante bastante tiempo. Sin embargo, a Conan, acostumbrado a los ejércitos perfectamente ordenados de los reyes hiborios, la organización de los grupos barachanos le resulta tan endeble que ve muy pocas posibilidades de alcanzar la jefatura y sus beneficios. En Tortage logra escapar de una situación realmente difícil, consecuencia de una contienda entre piratas, y entiende que para salvar el pellejo lo mejor es cruzar a nado el Océano Occidental, lo que lleva a cabo con absoluta confianza y perfecto aplomo.