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Hoy cumplo cincuenta años.

Me he levantado temprano, aún era de noche cuando entré en la cocina.

Preparé el desayuno y miré por la ventana el paisaje con los primeros rayos del sol iluminando los picos siempre nevados, y vi también el resto de mi vida con esperanza.

Estoy viva, soy libre y estoy rodeada de gente amada.

Hoy comienza el resto de mi vida y honraré cada instante de este milagro.

La delicada luz del sol ilumina ya las majestuosas montañas azuladas, rojas y blancas; y dejo mis pensamientos a un lado para contemplar el silencioso espectáculo.

Me envuelve una increíble sensación de paz y solo puedo repetirme a mi misma con gratitud.

“¡Por fin ha amanecido!”             

Fin.