15

Entrevista de Peter Maxwell para la sección

«Time Off» del Sunday Telegraph,

4 de septiembre

Serie esporádica publicada en el Sunday Telegraph Magazine donde Boris Johnson entrevista a conocidos personajes públicos para averiguar qué hacen en su tiempo libre. Esta semana se trata de Peter Maxwell, director de comunicación del gabinete del primer ministro en Downing Street.

Boris Johnson: Seguro que vas a decirme que nunca dispones de un minuto libre, ¿no es así, Peter?

Peter Maxwell: Exactamente, Boris. Casi nunca lo tengo. Ése es el problema de mi oficio. Tienes que estar disponible a todas horas y todos los días de la semana porque el mundo no se detiene y es preciso abordar los hechos cuando suceden, sea el día y la hora que sea. Tanto si estoy en mi despacho como viajando, debo estar disponible. Veo conexiones en directo de al menos tres canales de noticias durante la mayor parte del día, y recibo unos doscientos e-mails diarios en mi BlackBerry. Después están las reuniones. No te imaginas a cuántas reuniones tengo que asistir. Eso si hablamos de una semana normal, Boris, cuando mi semana laboral no termina hasta el domingo por la noche y normalmente se reanuda el lunes por la mañana. Pero hay más presión cuando sucede algo inesperado, lo que ocurre con mucha frecuencia.

BJ: ¿Eso de «Las circunstancias, muchacho, las circunstancias»?

PM: Lo siento, Boris, no lo capto.

BJ: Lo dijo Harold Macmillan en cierta ocasión.

PM: Entonces es que Harold sabía de qué hablaba.

BJ: Pero imagina por un momento que dispusieras de unos días, o unas horas, libres. ¿Qué harías? ¿Irte de vacaciones, quizá?

PM: Hace mucho que no sé lo que son vacaciones, Boris. Mis colegas siempre me lo sugieren, pero no creo que ninguno de ellos pueda imaginar lo que ocurriría si yo no estuviera en mi puesto para velar por sus intereses. Bueno, una vez fui una semana a Ibiza, no estaría mal volver por allí si se presentara la oportunidad.

BJ: ¿Y si tuvieras unas horas para hacer un poco de ejercicio?

PM: Como probablemente sabrás, soy un fanático del estar en forma, así que cuando puedo tomarme un par de horas libres suelo emplearlas en hacer ejercicio físico. Si no me equivoco, es bien sabido que soy muy aficionado a bailar salsa, no así el hecho de que hace dos o tres años llegara a la final en Islington. No estoy diciendo que sea un buen bailarín, pero supongo que no debo de hacerlo del todo mal ya que casi gano el campeonato de salsa del norte de Londres.

BJ: ¿Qué otros deportes o actividades recreativas te interesan?

PM: Bueno, el jefe y yo jugamos a veces al tenis…

BJ: Cuando dices el jefe te refiere al primer ministro, supongo.

PM: Así es.

BJ: ¿Y quién gana?

PM: Bueno, ¡creo que mi empleo peligraría si respondiera! No, ahora en serio, estamos bastante igualados, lo cual es estupendo. Creo que cuando tienes un trabajo de oficina muy absorbente (siempre hablando por teléfono o mirando la pantalla), cualquier cosa que te saque de ahí y te distraiga un poco de las tensiones de cada día debe ser bueno.

BJ: Mens sana incorpore sano, ¿te refieres a eso?

PM: He vuelto a perderme, Boris.

BJ: ¿Algo más que te interese, al margen del trabajo y de los deportes?

PM: Me encanta la música. Me gusta mucho la salsa, claro, eso no hay ni que decirlo, pero también me gustan los clásicos. «La cabalgata de las valquirias» es una de mis piezas favoritas desde siempre. Me parece fabulosa, y muy evocadora.

BJ: ¿Qué es lo que evoca en ti, esa pieza?

PM: Me hace pensar en esa maravillosa escena de Apocalypse Now cuando suena por los altavoces de los helicópteros de combate en el momento en que están lanzando napalm sobre una aldea del Vietcong. Un momento decididamente emocionante de la historia del cine y de la música de fondo.

BJ: Hemos dejado un poquito atrás esos días, ¿no crees, Peter? Quiero decir que ahora ya no haríamos algo como arrasar con napalm una aldea insurgente, ¿verdad?

PM: ¿Nos estamos apartando del tema, Boris?

BJ: Puede que sí. ¿Qué me dices de leer? ¿Cuáles son tus autores o libros favoritos?

PM: Los debates parlamentarios en el Hansard.

BJ: ¿Y obras de narrativa? ¿Novelas, por ejemplo?

PM: La verdad es que no me atraen las novelas. Me admiran las personas que son capaces de organizarse la vida y consiguen disponer de tiempo para instalarse en una butaca y dedicarse a leer una novela. Yo no lo tengo. Podría decirse que soy mentalmente muy inquieto, Boris, y leer novelas siempre me ha parecido una tremenda pérdida de tiempo.

BJ: Pero corre el rumor, Peter, y sin duda habrá llegado a tus oídos, de que estás escribiendo un libro…

PM: Bueno, si tengo algún hueco me gusta leer biografías de políticos. En cuanto a escribir un libro sobre mí y el tiempo que he dedicado a la política, supongo que en el futuro, cuando esté menos ocupado que ahora, quizá será interesante reflexionar sobre lo que haya sucedido en este período histórico. He estado en una situación muy interesante durante los últimos años, en el ojo del huracán, por decirlo así, y he visto y oído muchas cosas. Con eso hay material suficiente para un libro si es que alguna vez dispongo de tiempo para escribir. Pero no hablaría de mí, Boris, porque soy una persona muy reservada. Es más probable que decidiera escribir sobre alguno de los acontecimientos de los que he sido testigo.

BJ: Bueno, entonces esperemos que escribas ese libro, Peter. Yo, desde luego, haría cola en la librería para conseguir un ejemplar. Pero, dime, ¿has pensado en qué te gustaría hacer dentro de algún tiempo? Si la presión llegara a disminuir, ¿hay algo que no hayas probado nunca y que te gustaría intentar, digamos alguna ambición no satisfecha en el tiempo que te quede libre?

PM: Primero, Boris, tendría que surgir esa posibilidad. Sin embargo, me resulta gracioso que me hagas esa pregunta porque, efectivamente, hay algo que nunca he hecho y que me gustaría probar algún día. No es ningún secreto que he ejercido de emisario informal del jefe en relación con el proyecto de los salmones en Yemen, y he llegado a acariciar la idea de intentar practicar la pesca del salmón. Es un deporte maravilloso, ¿sabes? Hace poco estuve en un lugar donde había literalmente millares de salmones saltando, y son unos animales preciosos. Son capaces (no sé si lo sabías, Boris) de saltar a varios palmos de altura sobre la superficie del agua. Es un verdadero espectáculo, y si nunca has visto saltar a un salmón, dímelo y te pondré en contacto con ese sitio que he mencionado.

BJ: Gracias, Peter, sería una experiencia muy interesante. Entonces, ¿tienes planes inmediatos para pescar salmones?

PM: Bueno, lo hemos organizado para que pongan algunos salmones en una vieja gravera llena de agua cerca de Chequers, para que el jefe pueda practicar con la caña. A él también le entusiasma la idea. Y si conseguimos pillarle, y estoy seguro de que así será, confío en que dentro de poco el jeque Mohamed ben Zaidi nos invitará a ir a pescar con él a Yemen. Sería fabuloso.¡Deberías venir tú también, Boris!

BJ: Tomo nota. Ojalá me inviten. Muchas gracias por dedicarme estos minutos, Peter.