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Comentarios de la prensa

Artículo del 14 de agosto en el Yemen Observer

Proyecto de pesca para la zona montañosa occidental

El jeque Mohamed ben Zaidi ha sorprendido al mundo árabe con su decisión de introducir la pesca de salmón en el wadi Aleyn de la región del Haraz. Es comprensible que los yemeníes puedan hacerse muchas preguntas sobre la legitimidad de este proyecto. En nuestra opinión, debemos esperar a ver cuál es la realidad científica del proyecto.

El proyecto está siendo objeto de animados debates ya sea a la hora de la comida familiar, ya mascando khat con los amigos. Muchos piensan que la introducción del salmón en un país desértico no es una propuesta realista ni rentable. Otros, sin embargo, afirman que el proyecto cuenta con el respaldo de un destacado experto británico en la materia y que existen perspectivas reales de que en el futuro la industria turística se beneficie directamente de la venta de permisos de pesca.

El ministro de Agricultura y Sanidad ha declinado hacer comentarios, pero entendemos que la actual Ley Acuática n.º 42 no prohíbe expresamente el desarrollo de una piscifactoría de salmones en Yemen. Por consiguiente, el jeque Mohamed estaría en su derecho de hacerla realidad sin requerir el visto bueno del gobierno.


Artículo del 16 de agosto en el International Herald Tribune

Jeque yemení pretende cambiar ecosistema de los wadi

Sanaa, República de Yemen

El jeque Mohamed ben Zaidi, figura clave en círculos políticos yemeníes, ha destacado siempre por sus opiniones prooccidentales en un país cuya relación con el mundo occidental ha sido en ocasiones problemática. El domingo pasado, el jeque instó al presidente Saleh a dar su apoyo a un revolucionario proyecto ecológico que ha recibido cierto respaldo en círculos gubernamentales británicos.

El jeque Mohamed planea invertir millones de libras esterlinas para introducir salmones escoceses en un wadi del oeste de Yemen. En claro contraste con la política estadounidense, que se traduce en la actualidad en una mayor concentración militar en Arabia Saudí e lrak, el Reino Unido parece estar cambiando de postura. Pese a que funcionarios del gobierno británico niegan cualquier relación oficial con el jeque Mohamed, una agencia gubernamental británica, el Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, está teniendo un papel destacado en este proyecto, que entraña un gran desafío medioambiental. Todo indica que la política británica en la región tiende a adoptar una imagen cultural, a través del deporte de la pesca, presumiblemente en un esfuerzo por suavizar el impacto de las recientes acciones militares al sur de lrak.

El capital lo aportará el jeque Mohamed. Funcionarios del gobierno británico se distanciaban hoy del proyecto, aduciendo que se trataba de una iniciativa del sector privado. Sin embargo, es probable que un proyecto de tamaña envergadura, en el que intervienen algunos de los más prestigiosos expertos mundiales en piscicultura, no pueda seguir adelante sin la aprobación del gabinete del primer ministro, Jay Vent.

Algunos observadores apuntan que la iniciativa del jeque Mohamed podría no haber sido mayoritariamente bien recibida en su provincia. La región es sede de varias madrazas wahabíes, escuelas de aprendizaje religioso, y al parecer algunos imanes wahabíes consideran la pesca del salmón una actividad inaceptable. Por lo demás, el agua es un recurso escaso en Yemen, y su derivación hacia los cauces secos, salvo en la estación de lluvias, para sustentar la migración de salmones no será muy popular en un país donde la disponibilidad de agua es con frecuencia asunto de vida o muerte.


Artículo del 17 de agosto en The Times

Gran revuelo entre expertos británicos en piscicultura

El pleno del Parlamento registró ayer cierta inquietud ante la posibilidad de que una agencia del gobierno, el Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura (CNFP), pudiera estar excediéndose en sus atribuciones. Se rumorea que el CNFP, creado hace diez años como refuerzo de la Agencia del Medio Ambiente en su trabajo de controlar y mejorar la salud de los ríos de Inglaterra y Gales, ha derivado más del noventa por ciento de sus recursos a un proyecto para introducir salmones atlánticos en Yemen.

El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DMAAR) ha confirmado que la financiación del proyecto no atañe a los contribuyentes del Reino Unido, sino que ha sido costeada enteramente por el sector privado. Sin embargo, muchos se preguntan sobre la correcta utilización de un departamento clave, en un momento en que los ríos ingleses y galeses se enfrentan a numerosos peligros medioambientales como resultado del cambio climático y de la contaminación agrícola e industrial. Un portavoz de la RSPA (Real Sociedad para la Protección de las Aves) ha confirmado que si el proyecto de introducir salmones en Yemen sigue adelante, ellos intentarán que se exporten cormoranes ingleses a aquel país a fin de garantizar el equilibrio ecológico en los ríos salmoneros.


Extracto de Trucha & Salmón, 18 de agosto

Comentario

Reconocemos que, de vez en cuando, hemos cantado las alabanzas del Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, una organización que se ha forjado una reputación de sensatez y labor científica bien hecha dentro de la comunidad pesquera.

La pesca con mosca se ha convertido en algo «guay» en Estados Unidos, e incluso aquí en el Reino Unido estamos cambiando nuestras chaquetas enceradas de toda la vida por prendas de última tecnología fabricadas por Orvis, Snowbee y otros muchos. Se ruedan películas sobre el deporte de la pesca, antaño considerado la cosa más aburrida del mundo. Esta tendencia tomó cuerpo gracias a la realización de El río de la vida en 1992, al tiempo que programas de televisión como Pasión por la pesca y ¡A pescar! son emitidos en horario de máxima audiencia y repetidos hasta la saciedad en canales vía satélite.

Así pues, pescar está de moda y se trata de un fenómeno internacional, pero hasta el momento nada nos había preparado para aceptar la idea de que los montes Haraz, en la República de Yemen, fueran a convertirse en el próximo lugar de diversión para pescadores deseosos de nuevas y exóticas emociones en la pesca de salmón.

¿Quién lo está haciendo posible? Un rico y eminente ciudadano yemení se ha asociado con el CNFP, organización que jamás habríamos imaginado que se implicaría en una aventura de estas características. Pero el dinero manda, y los millones de libras que está gastando el jeque Mohamed del wadi Aleyn hablan lo bastante alto como para captar la atención del CNFP e incluso (se rumorea) del número 10 de Downing Street por mediación de su director de comunicación.

Hemos buscado en nuestros archivos un ejemplo parecido de semejante absurdidad por parte de un departamento del gobierno, pero no hemos podido encontrar nada similar. En un momento en que la salud de los ríos de Inglaterra y Gales es tan frágil y gran cantidad de salmones y truchas —por no hablar de la trucha marrón— se ven amenazados por el cambio climático, nuestros mejores científicos piscicultores se han dejado comprometer en un plan descabellado que no aportará el menor beneficio a la comunidad de pescadores con caña de nuestro país.


Extracto del Sun, 23 de agosto

Vadeador con «peto»

Harriet Chetwode-Talbot, la rubia de ensueño que está organizando el plan de llevar la pesca de salmón a Yemen, se ha negado hoy a hablar por teléfono con nuestro reportero. Contactamos con ella en la lujosa sede que los agentes inmobiliarios Fitzharris & Price tienen en el West End para pedirle una declaración sobre tan disparatada idea: ¡Vamos todos a pescar salmones al desierto! No pudo decir mucho sobre cómo iba a funcionar este asunto y se negó a aportar ningún dato sobre su cliente, el jeque yemení Mohamed. Le preguntamos entonces si le gustaría posar para nuestro fotógrafo equipada sólo con su vadeador con «peto». ¡Todavía estamos esperando que nos responda!


Carta al director de Trucha & Salmón

Muy señor mío:

Me siento obligado a contestar con relación al reciente artículo acerca de la introducción de salmones en los wadi de Yemen.

Si bien aplaudo la iniciativa de introducir el deporte de la pesca con caña en un país donde la pesca deportiva apenas ha sido practicada hasta el momento, no puedo evitar formular esta pregunta: ¿qué tiene de malo la otra pesca de agua dulce, al margen del salmón? ¿No sería mucho más práctico y, me atrevo a decir, más asequible para el yemení medio que introdujeran albures y percas en sus ríos?¿Y qué decir de la posibilidad de fomentar la pesca de la trucha arco iris en los pantanos yemeníes, un deporte todavía más accesible y barato para el pescador corriente? La decisión de introducir el salmón en los wadi sin ninguna consulta previa es, en mi opinión, típica de la actitud elitista todavía predominante en círculos pesqueros de este país, y, por lo visto, también en Yemen.

Lo saluda atentamente,

(Anónimo)


Carta al director del Daily Telegraph

Muy señor mío:

Al parecer ha habido un gran alboroto en torno al proyecto de introducir salmones en Yemen. Serví en dicho país durante la década de 1950. Estuve en Adén y tuve la oportunidad de ver pescar a los lugareños, desde anchoas hasta tiburones. Recuerdo bien a los pescadores yemeníes: mantenían perfectamente el equilibrio en la proa de sus embarcaciones cuando se hacían a la mar para atrapar toda clase de peces. Me consta que los yemeníes son pescadores natos y estoy convencido de que, si se les da la oportunidad, serán excelentes pescadores con caña.

Aplaudo este proyecto por ser tan imaginativo.

Atentamente,

Comandante (retirado) Jock Summerhouse


Carta al director de The Times

Muy señor mío:

La República de Yemen está perfectamente capacitada para la administración de su piscicultura. El Ministerio de Recursos Pesqueros es el organismo responsable y la Ley Acuática n.º 42, promulgada en 1991, proporciona el marco legal.

La industria pesquera yemení es insuperable; sus capturas anuales son del orden de 126.000 toneladas de diferentes especies, pelágicas y no pelágicas, tanto por medios artesanales como industriales. Nuestro consumo anual de pescado es de 7,6 kilos per cápita.

La prensa de su país se ha hecho eco de que ciertos individuos pretenden montar una piscifactoría de salmones en nuestros cursos de agua. No tenemos conocimiento oficial de este asunto, pero podemos confirmar que un proyecto de esta índole sería totalmente acorde con la excelente tradición yemení, así como con nuestra habilidad para la piscicultura.

En la Ley Acuática n.º 42 no hay ninguna referencia a la ordenación de piscifactorías de salmones y, por tanto, debería incluirse una enmienda que contemplara dicha posibilidad.

Respetuosamente, nuestra conclusión es que semejante proyecto, de ser cierto, redundaría en el interés nacional y constituiría un símbolo de la cooperación anglo-yemení.

Hasan hin Mahoud

Ayudante del subdirector

Ministerio de Recursos Pesqueros

Adén, República de Yemen