Te disimula las ojeras

Fijamos una fecha para la boda lo más pronto posible, lo que resultó ser unos cuatro meses más tarde, y durante ese tiempo volví a trabajar como temporal, me fui a actuar con Dan millones de veces por todo el país y me sentí más profundamente enamorado de Mel de lo que jamás hubiera creído posible.

Como suele pasar, el gran día llegó más pronto de lo que Mel o yo habíamos previsto, pero no por ello fue menos bienvenido y mis últimas veinticuatro horas de soltero transcurrieron más o menos así:

12.30 horas

Me tomé la tarde libre en el trabajo y quedé para tomar unas copas porque Mel me había dicho que tenía prohibido salir la noche antes de la boda, puesto que la última fiesta solo para hombres había acabado con una prohibición de entrar en el Haversham durante diez semanas. En consecuencia, Dan, Charlie, yo y otros amigos nos dirigimos al Haversham llevando bigotes falsos que compramos en una tienda de artículos de broma.

15.10 horas

El propietario del Haversham nos reconoció instantáneamente a pesar de nuestros disfraces, y fuimos escoltados fuera del local. Nos dirigimos al Newton Arms, en Tufnell Park, el epítome del pub para ancianos (madreselvas detrás de la barra, suelo sin alfombra y viejos de aspecto gruñón casi por todas partes). Nos pasamos la tarde bebiendo cerveza amarga, riéndonos con nuestras tonterías y fumando Woodbines con los anteriormente citados viejos gruñones.

18.00 horas

Punto oficial en que Mel había ordenado que me fuera para casa. Como un padrino responsable, Dan me hace saber que ha llegado la hora de irnos. Todos estamos de acuerdo en que ciertamente era hora de irse a casa.

18.10 horas

Bueno, vale, solo esta.

19.10 horas

Después de esta nos vamos. En serio.

19.30 horas

No, en serio.

20.10 horas

Justo cuando estábamos terminando la que nos habíamos prometido a nosotros mismos que sería la última copa, el móvil de Charlie comenzó a vibrar con una interpretación electrónica de la obertura de Guillermo Tell. Contestó, creyendo que sería una llamada del trabajo, pero era Vernie intentando descubrir dónde estábamos. Reaccionando con rapidez, Charlie le dijo que estábamos de camino a casa, pero Dan junto con Albert y Reg, dos de sus nuevos mejores amigos octogenarios, le destrozaron la coartada cantando con todo el volumen que les permitían sus vetustas gargantas Can't Smile Without You. No hace falta decir que Vernie se puso de muy mala leche y le gritó lo suficientemente alto como para que la oyéramos todos y le colgó el teléfono. Ahora sí que teníamos que irnos de verdad.

20.15 horas

Vernie volvió a llamar y amenazó a Charlie con toda clase de torturas si me pasaba algo poco apropiado antes de mi boda.

20.32 horas

Dan, Charlie y yo les dijimos adiós a Albert, Reg y todos nuestros colegas y cogimos un taxi a casa. A pesar de nuestras protestas, el taxista insistió en dejar la radio del coche en una emisora de música suave que estaba poniendo entero un disco de Phil Collins. Aunque claramente no sabía la letra, el taxista insistió en cantar Easy Lover cuando sonó en la radio, obligándome a corregirle dos veces su versión absolutamente incorrecta del estribillo.

20.51 horas

Le dimos las gracias al amabilísimo camarero del Star of the Punjab en Kentish Town por tomarnos nota (bahjees con cebolla, pollo vindaloo, gambas korma y sagwalls de pollo). Todo fue idea de Dan. Lo juro.

21.01 horas

Vernie llamó a Charlie al móvil otra vez y le lanzó la siguiente advertencia:

- Si sucede algo que haga que Duffy llegue tarde, enfermo o en un estado impresentable mañana, no me volverás a ver desnuda ni en esta ni en ninguna otra vida.

Por mor de las actividades de dormitorio de Charlie, les pedimos a los camareros que se dieran prisa.

22.15 horas

Llegó el taxi a la Star of Punjab y nos despedimos efusivamente de Harpreet, Hassan y Steve, los camareros. Mientras nos decían adiós con la mano, nos prometieron sinceramente que vendrían a la boda como les había pedido. Cogimos el taxi y dejamos primero a Charlie en Crouch End. Vernie salió de la casa en el mismo momento en que el taxi frenó y le lanza a Charlie la más temible de las miradas asesinas y luego me mira a mí a los ojos.

- ¡No quiero que mi hermano aparezca ojeroso en las fotos de su boda! -me reprendió a gritos, y acto seguido me dio una botella de Clarins-. Te disimula las ojeras -añadió como una experta.

22.25 horas

Dan y yo llegamos a nuestro piso. Como estábamos de muy buen humor, decidimos invitar a la boda a Will y a Alice, la pareja que vivía en el piso de abajo. Al principio nos miraron con extrañeza pero al final conseguí convencerles de que aunque estaba borracho estaba diciendo la verdad, así que dijeron que estarían encantados de venir. También pensamos en invitar a la pareja que vivía en el piso de arriba, Matt y Monica, pero Dan aún estaba mosqueado con ellos porque estaba convencido de que fueron los que llamaron a la policía para que nos desenchufara la fiesta de año nuevo el año pasado. Pero como yo, de todas formas, estaba rebosante de amor al prójimo, les invité igualmente.

23.30 horas

Sesión pantagruélica de tostadas. Dan y yo tostamos toda una barra de Hovis solo por darnos el gustazo de hacerlo. Mientras abría una lata de Red Stripe tuve un breve momento tierno con Dan.

- Sabes, estás bien para ser un tragatostadas del norte -dijo, poniendo mantequilla en una tostada.

- Y tú tampoco estás mal del todo para ser un imbécil del sur -repliqué.

Una vez pasado el momento sentimentaloide, nos deslizamos a la sala de estar para consumir los frutos de nuestro trabajo.

00.03 horas

Le pregunté a Dan quién era la invitada misteriosa que iba a traer a la boda, y una vez más se negó a decírmelo. Me había preguntado hacía un mes si podía venir con alguien. Le dije que sí, por supuesto, pero cuando le pregunté quién sería se puso a darme evasivas, así que no me molesté en insistir. Mel creía que sería Fiona, la nueva camarera del Haversham. Charlie y Vernie pensaban que traería a una de mis ex novias como invitada sorpresa, pero yo apostaba que sería alguien a quien nadie conocería: eso iba mucho más con el estilo de Dan.

1.12 horas

Se me vino encima el cansancio como una ola enorme, así que me retiré a la cama. Antes de hacerlo, escribí en una libreta «Casarme mañana», por si acaso conseguía olvidarlo, y luego seguí las instrucciones que Vernie me había dejado pegadas en la almohada.

1. Poner el despertador de la mesita de noche a las 7.30.

2. Poner el radio despertador de Dan en el suelo al lado de la cama con la alarma a las 7.30.

3. Poner el despertador de Mickey Mouse al fondo de la cama a las 7.30.

4. Llamar a British Telecom y pedir el servicio despertador para las 7.30.

1.22 horas

Intenté dormir.

1.55 horas

Aún sin dormirme. Me puse a contar ovejitas.

2.28 horas

Se me acabaron las ovejitas y comencé a contar otros animales de granja.

3.30 horas

Llamé a Mel para decirle lo mucho que la quería. Lo único que me respondió fue un soñoliento: «Eso es muy bonito».

3.32 horas

Llamé otra vez a Mel por si había pensado que se trataba de una llamada obscena.

- Pues claro que sabía que eras tú -dijo pacientemente-. ¡Solo tú serías capaz de hacerme esto!

3.40 horas

Aún incapaz de dormir, así que me levanté y me puse a ver qué vídeos tenía Dan. Escogí la cinta de ET que Dan se compró en un mercadillo para que me ayudara a matar el rato, pues nunca había visto la película.

4.20 horas

Debido al estado emocional causado por mi cercana boda, ET me hace llorar a raudales.

- ¿Por qué la gente es tan mala? El solo quería irse a casa.

4.30 horas

Paso rápido la cinta hasta el final para asegurarme de que no está muerto de verdad.

5.21 horas

Satisfecho con el final feliz, me siento súbitamente muy cansado y me voy a la cama.

7.30 horas

Un concierto atroz de alarmas múltiples me despierta a mí y probablemente a todo el mundo en el norte de Londres menos a Dan. Me sentía fatal y me pregunté si de hecho no estaba muerto. Me volví a la cama.

7.45 horas

Me despertó el timbre de la puerta. Con los ojos apenas entreabiertos me abrí paso hasta abajo para descubrir a mamá, Charlie, Vernie y a la pequeña Phoebe en el escalón de la puerta completamente vestidos con ropa de boda. Todos subieron conmigo y tomaron la casa mientras me duchaba.

Cuando salí del baño media hora después, mamá estaba fregando los platos, Vernie estaba haciendo salchichas y Charlie tenía a Phoebe en su regazo y estaba viendo ET. Dan, mientras tanto, seguía durmiendo.

9.00 horas

Llegaron los coches para llevarnos a St. Faith en Barnet. Hora estimada de llegada: 9.30.

9.30 horas

Retenidos en un atasco. Nueva hora estimada de llegada: 9.45.

9.45 horas

Aún en medio del atasco. Nueva hora estimada de llegada: 9.55.

Conseguí convencerme a mí mismo de que Mel no se casaría conmigo si llegaba tarde y que de esa forma quedaría condenado a vivir con Dan hasta el día de mi muerte.

9.54 horas

Llegada a la iglesia. Gracias al cielo Mel aún no está allí. Mamá seguía revisando mi traje en busca de motas de polvo y me cepillaba cada treinta segundos como si yo fuera una de sus queridas figuritas de Capo Di Monte. Me acordé de preguntarle a Dan si tenía el anillo. Hubo unos momentos de pánico después de que Dan, tras revisar todos los bolsillos y orificios imaginables, no lo encontrara. Afortunadamente, justo cuando estaba a punto de asesinarlo con mis propias manos, descubrió que lo tenía colgado al cuello con una cadenita. ¡Buen tipo!

10.00 horas

Saludé a los camareros del Star of Punjab, a Will y a Alice y a Alexa. Ni rastro de los vecinos de no haga ruido en año nuevo y, por cierto, tampoco de mi prometida. Divisé a Dan tras un Opel Astra besuqueándose con su invitada misteriosa… que no era otra que la adorable Anne, la ex novia del mierda de Greg. ¡Hurra por Dan!

10.05 horas

Aún no hay rastro de Mel. Mamá me recordó con ganas de ayudarme que el llegar tarde es privilegio de la mujer. No contesté por temor de ser incapaz de localizar a mi Dalai Lama interior. Julie se acercó y me presentó a su nuevo hombre y anterior profesor de cerámica, León, que vivía en Notting Hill Gate. León me dio una gran caja envuelta en papel de regalo de parte de Julie. Intenté resistirme a echarle un vistazo pero fracasé. Era un típico conjunto de vajilla de Habitat.

10.15 horas

Logré convencerme de que a Mel le habían entrado dudas y había salido corriendo. Mi madre simplemente sacudió la cabeza y me dijo que «dejara de decir sandeces».

10.21 horas

Dan vio el coche de Mel acercándose por la carretera. ¡Me ama!

10.25 horas

Tras un breve momento de explicación por parte de los padres de Mel (el coche se quedó atorado en el mismo atasco que nosotros) ya casi estamos preparados para comenzar.

10.45 horas

De pie junto al altar, me volví para ver a Mel que, del brazo de su padre, avanzaba por el pasillo entre los bancos. Era como verla de nuevo por primera vez en la vida: esa forma de andar, esa versión viviente de Chrissie Hynde cantando Brass in Pocket, ¡incluso con el vestido de novia y embarazada de seis meses! Cuando me alcanzó le susurré al oído: «Estás espléndida», y se iluminó y me respondió también susurrando: «¡No me digas cosas como esa que me pondré a llorar y estoy desesperada por parecer calmada y serena en el vídeo!»

10.55 horas

Ella dijo «sí, quiero».

10.57 horas

Yo dije «sí quiero».

10.59 horas

- Y yo os declaro marido y mujer -dijo el hombre que mandaba allí-. Puede besar a la novia.

11.00 horas

Nos besamos.