Adóptelo como un observador y un guardián para sí, no tan sólo de las acciones externas… sino también de su conciencia… y no se comporte de manera que sus airados manes se venguen de su mujer disoluta y malvada.

De la conducta adecuada de una viuda hacia su esposo, JUAN LUIS VIVES, De institutione feminae christianae, dedicado a Catalina de Aragón en 1523.