Agradecimientos
La idea para esta novela surgió del capítulo preferido de mi tesis sobre las viudas en la literatura inglesa, de ahí que mi primer agradecimiento sea para la directora de ese proyecto, Patricia Meyer Spacks. A partir de ahí, muchos lectores han contribuido a dar forma a la historia. Los miembros fundadores del grupo de escritura Southern Inn, Chris Gavaler, Molly Perty y Paul Hanstedt, leyeron el primer borrador a medida que tomaba forma, capítulo a capítulo. Stephanie Wilkinson, Anne Davies, Beth Colocci, Kerry Humes, Marian Bouchard, Leigh Shemitz-Winters, Tinni Sen, Marsha Heatwole, Carolyn Capps, Michael Matin, Carol Howard, John Leland y Laure Stevens Lubin me ofrecieron consejo y ánimos; y Ron Smith, editor de She-nandoah, me dio todo su apoyo. Un agradecimiento muy especial a Rosemary James y Joseph deSalvo por su infatigable promoción de nuevos escritores mediante su trabajo como cofundadores de la Pirate's Alley/Faulkner Society, que otorgaron a Sé que estás allí el premio Faulkner-Wis-dom 2005 a la mejor novela en desarrollo. La novela nunca se habría publicado sin los esfuerzos combinados de Gail Hochman, mi agente, que vio las posibilidades de la historia y me animó a seguir escribiendo, y mi editora, Jackie Cantor, cuyo entusiasmo ha sido inquebrantable.
Más cerca de casa, mis vecinas Jeanette Coleman y Catherine Tomlin cuidaron de mis hijas, concediéndome tiempo para escribir. Siempre estoy en deuda con mi esposo y mis hijas, a quienes dedico esta novela.