Además del alcohol, andaba muy agotado (ese año había trabajado en cinco películas, y los hermanos Warner eran patronos inflexibles). Iba a toda velocidad por la oscura y serpenteante Pacific Coast Highway, rumbo a Santa Ménica Canyon, cuando perdió el control del descapotable blanco y se pasó al carril de dirección contraria. Avanzando ya a contradirección, embistió primero a un coche y luego se estrelló contra otro. Tres de los ocupantes del segundo automóvil murieron: William von Brieson, su madre Ada von Brieson y su cuñada Dorothy Daley.
![](/epubstore/A/K-Anger/Hollywood-Babilonia-2/OEBPS/Images/71.jpg)
Busby en su adorada grúa
Buzz fue acusado de asesinato en segundo grado. A los Warner esto les preocupaba menos que el hecho de que su director de mayor éxito estuviera metido en un imparable programa de rodajes: tres films uno tras otro, dos de los cuales íntegramente dirigidos por él. Como debía comparecer ante el tribunal durante el día, el estudio cambiaba los horarios de trabajo para que rodara de noche, a pesar de las lesiones en la cabeza y las piernas a consecuencia del accidente. Al diablo con el ojo hinchado y la salud mental de Buzz.