XVI

Luis estaba dormido en el sofá. De pronto, la lechuza se posa en la ventana de Luis.

Éste nota como algo se le posa en la pierna, como si se tratara de un mosquito en verano. Sin abrir los ojos, Luis lo ahuyenta con la otra pierna.

A los pocos segundos, vuelve a tener la misma sensación y repite el gesto.

A la tercera vez, Luis abre los ojos y observa como Verónica, delicadamente, posa su dedo en la pierna de éste. No se trataba de un mosquito, como él creía.

Luis permanece semi acostado en el sofá, inmóvil, mirando fijamente a Verónica.

—¿Qué quieres? — Le preguntó asustado.

En ese momento se escuchó un ruido detrás de él y Luis se giró decidido para ver que ocurría. Pero al volver a mirar al lugar donde estaba Verónica, ésta ya había desaparecido.

Luis respiró hondo e intentó tranquilizarse.