Calibración del ancho de página

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La poesía utiliza elementos visuales para transmitir su significado artístico, más allá del propio texto. La disposición y tamaño de la caja de composición, la división en estrofas, la alineación, sangrados y demás contragrafismos disponen el ánimo para la lectura.

Con su variedad de modelos, en los lectores electrónicos el usuario puede modificar los componentes de la página gracias al diseño del lenguaje de marcado, que permite adaptar el resultado final a los diferentes formatos. Esta virtud supone, sin embargo, un difícil problema para la edición de poesía. Al no aparecer en cada configuración de la misma manera el texto, no solo se pierden o deforman los elementos visuales citados, sino que se llegan a deshacer otros como los encabalgamientos, desvirtuando la intención del autor.

Sin solucionar todos los problemas, ni en todos los casos, pues como poco depende del tipo de letra, se proporciona la siguiente medida para poder ajustar la anchura de la línea en el lector de manera que se corresponda con la utilizada en la edición y, al menos en este aspecto, se acerque lo mejor posible al original.

Por tanto, se trata de modificar el tamaño de la fuente de modo que el ancho de línea del texto sea igual (o algo mayor) que las líneas de trazos situadas al comienzo y final de este texto.

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