AFÁN INÚTIL

Olvidó los días de agosto

olvidó el brillo de sus trenzas

olvidó aquella claridad

olvidó su cuerpo en la arena

olvidó el nombre del caballo

olvidó su mirada esquiva

olvidó el campo de avellanos

olvidó que ella era hermosísima

olvidó el roce de su piel

olvidó el cobertizo y las sandías

olvidó sus pies en la acequia

olvidó los conejos y las cabras

olvidó que era una chiquilla

olvidó su deslumbramiento.

Nada olvidó. Afán inútil:

pasan los años y la quiere.

(de Las horas quemadas)