¡CUÁNTO TIEMPO!

¡Cuánto tiempo!

Ya no viene el cazador

que acudía a los conejos.

¡Cuánto tiempo!

Ya no se le oye azuzar

a su perra campo adentro.

¡Cuánto tiempo!

Ni vuelve al anochecer

para calentarse el cuerpo.

¡Cuánto tiempo

y tiempo

y tiempo!

(de Los pasos del cazador)