CASA QUE NO EXISTE

Si dicen que le enferma la nostalgia

él piensa: ¿La nostalgia de qué?

¿De una vida partida en dos pedazos?

¿De un jardín que hoy no tiene? ¿De unos

años terribles? ¿De un par de pantalones color rata?

Solamente de niño vivió algo así como una

fiesta muy breve aunque él ahora en sueños

quiera alargarla

hacerla inacabable

para pensar en cosas diferentes y gratas

como hace un estudiante de cara a la pared.

El miedo a no ver más a quien amaba

se inventó una presencia al otro lado

de esa puerta que se abre

tan sólo para adentro pero allí

no había nada más que sucia sombra

de vacío y un eco que le hablaba

con sus propias palabras y traía

reminiscencias de una edad de espantos.

Él cruza de su ayer a su mañana

como sobre la cima que parte dos vertientes

obseso por rehacer las casas y castillos

que las guerras y el viento derribaron

para borrar así y confundir los días

y detener el tiempo antes que el tiempo

le detenga a él.

¡Oh absurdo y extraviado

rey mendigo que nota en las espaldas

el frío de su noche a la intemperie

y sigue caminando desnortado

y a punto de caer en uno u otro abismo

mientras busca las luces de una casa

que sabe que no existe!

(de El rey mendigo)