ALGO SUCEDE

A las compañeras y compañeros con los que compartí el hospedaje que nos brindaron los Capuchinos de Sarrià durante tres hermosos días de marzo de 1966, fundando el Sindicato Democrático de Estudiantes de Barcelona.

Amigos: ya lo veis; pasan los años

y parece que siempre

sigan las cosas como el primer día.

Nos hemos reunido ciertas veces

en extraños cafés

en tu casa en la mía

hemos charlado largamente

redactando pasquines hasta el alba

discutido el problema;

y siempre nos decimos que esto acaba

que no puede durar

y muchos hemos apostado cenas; no sé dinero

a que antes de fin de año algo sucede

y siempre hemos perdido.

Así sin darnos cuenta

entre reunión y papeleo oscuro

entre miedo y registros y porfía

hemos envejecido poco a poco

pasando de la calle a la oficina

del calabozo al fútbol

y de la espera a la melancolía.

Y sin embargo os digo que tenemos razón

y que vale la pena continuar

porque algo está ocurriendo

algo ha cambiado en espeso ambiente:

ellos están cansados

también están cansados

gritan y cantan para no admitirlo

mas sus camisas mudan de color

y duermen mal

y toman pastillitas

ponen dinero en Berna o en Manila

y no saben no saben que el peligro

está cerca muy cerca

no en Cuba ni en la URSS

sino en su casa en medio de sus hijos

en sus despachos y hasta en las iglesias

porque el mundo camina

con el paso implacable de gente tal vosotros

que creen en la vida y que por eso

mueven el mundo sin pegar un tiro

mientras sea posible

o bien pegándolo.

(de Algo sucede)