Padrastro/madrastra como mentor/a
Una de mis grandes pasiones es la lectura de mitología griega. Durante años me he dedicado a aprender, disfrutar y enseñar la literatura griega de los grandes héroes como Ulises, Aquiles, Héctor, como también sobre los dioses que ayudaban, o no, a los valientes hombres de aquellas épocas.
La palabra mentor tiene origen en un personaje de la Odisea. En este poema magistral de Homero se relata el regreso de Ulises a sus tierras para reencontrarse con su amada (y bella) esposa y con su hijo Telémaco, a quien no vio crecer. Es exactamente aquí donde hace su aparición un personaje que se llama Mentor. Era un anciano sin mucha importancia en el relato y realmente inútil. Sin embargo, Atenea, diosa preferida de Zeus y con una gran capacidad de acompañamiento hacia los seres humanos, decide personificar a este anciano (es decir, tomar la forma de Mentor) y guiar a Telémaco en la búsqueda de su padre Ulises.
No sé si la comparación es válida o no, pero Atenea es quien acompaña, cuida y aconseja a Telémaco que se reencuentre con su padre, como un compañero en el camino que puede orientarnos y guiarnos al reencuentro con la figura paterna. Atenea se pone en la piel de Mentor, y le da origen a un concepto revolucionario: el mentoreo.
El mentoreo es una de las funciones más abandonadas de la actualidad.[13] Sin embargo, los padrastros podemos revalorizar este rol y darle vida a través de un acompañamiento vivencial. En nuestra nueva familia podemos ver que cada día los niños y adolescentes buscan alguna persona que pueda guiarlos, orientarlos y aconsejarlos en diferentes temáticas. Cada vez más, el estilo de la sociedad posmoderna nos empuja o alienta a ser personas aisladas emocional, afectiva y espiritualmente. Pocas son las personas que están interesadas realmente por lo que le pasa al otro. Nos hemos abandonado unos a otros y esto ha producido una epidemia de solitarios. Sin embargo, no todo está perdido.
Los padrastros y las madrastras están comenzando a advertir la importancia de acompañar a sus hijastros, escucharlos, aceptarlos empáticamente y caminar con ellos el camino de la vida. Algunos de ellos, a diferencia de lo que afirman las estadísticas o la literatura, han decidido abandonar la comodidad y, firmes, se han propuesto no repetir la historia de abandono sistemático que, quizás, han vivido ellos mismos y, como decía un sacerdote, convertirse en sanadores heridos, personas que siendo conscientes de su dolor y de sus heridas, acompañan al otro en su dolor y sanidad.
Nuestra función como padrastros es, entonces, ser compañeros en el camino del niño o el adolescente que hoy es nuestro hijastro o hijastra. Es importante entender que no se trata solo de nosotros, sino más bien de ellos. Vivimos en una cultura predominantemente hedonista, donde el placer se eleva como el valor que debemos alimentar cada día. Sin embargo, cualquier padrastro o madrastra sabe que si su objetivo es la búsqueda de placer y comodidad, no los encontrará en forma inmediata en el cuidado y construcción de la nueva familia. Sabe también que sus fuerzas, recursos y tiempo estarán al servicio de edificar, en el proceso, un vínculo saludable con sus hijastros: un gran desafío donde se debe enfocar un hombre o una mujer que ha decidido ser el mentor de hijos que no son suyos.
Cuando se habla del padrastro como mentor debemos recuperar la imagen de Atenea como aquella que guía en el camino. Pero también existen algunas analogías que pueden ayudarnos a comprendernos como mentores. Estas imágenes no son perfectas; cada una de ellas tiene sus características positivas como también negativas. Un buen ejercicio sería preguntarse (y preguntar a otros, quizás a sus hijastros) qué clase de mentor es uno mismo.
Estas imágenes[14] y sus características surgen de diferentes marcos teóricos sobre la temática, pero también de un trabajo de capacitación y reflexión que compartimos un equipo interdisciplinario junto con los profesores del St. Andrew´s Scots School (www.sanandres.esc.edu.ar) en los últimos años, en el marco de su departamento de Pastoral Care, desde donde buscan acompañar a los adolescentes y los niños en su desarrollo integral.
1. El mentor como tutor
Posibles características positivas
• | Es un referente, o modelo, ya que muestra coherencia y credibilidad en sus acciones. Es una persona que no ha divorciado sus palabras de sus hechos. Los hijastros notan esta característica en forma inmediata. |
• | Es alguien cercano (representado por la soga). Esto significa que invierte tiempo en construir y nutrir la relación con sus hijastros. |
• | Acompaña, sostiene y orienta al hijastro. Está dispuesto al acompañamiento y al “aconsejamiento” en situaciones específicas donde el hijastro siente la confianza de compartirle los temas que le preocupan. |
• | Entiende y respeta los procesos del desarrollo del niño y del adolescente. Es importante, para este mentor, ubicarse temporalmente cuando da un consejo, así también cuando pone límites. |
Posibles características negativas
• | Elevarse como juez o modelo de moralidad. Pensar que la verdad es parte de su patrimonio lleva al padrastro a no escuchar sensiblemente al hijastro y esto puede ocasionar conflictos de poderes. |
• | Abusar de la cercanía del hijastro. Como he mencionado en otra ocasión, el padrastro o la madrastra deben ser personas que estén emocionalmente estables y si se sienten atraídos por el hijastro o la hijastra, no dar rienda suelta a esas sensaciones, sino buscar ayuda inmediatamente y tomar distancia del menor. |
• | Imponer un modelo homogéneo de ser humano. Algunos padrastros (esto para distanciarnos, como un mecanismo de autodefensa) tienden a imponer lo que piensan. Esto sucede, en general, respecto de la forma de hacer las cosas. Lamentablemente esta actitud puede ocasionar guerras internas que no serían necesarias si el adulto tuviera flexibilidad y buscara negociar de manera pacífica con el hijastro/a. |
• | Convertirse en una persona incapaz de aprender del hijastro. Tenemos mucho que aprender de nuestros hijastros. Ellos son personas increíblemente conocedoras de muchas cosas que nosotros ignoramos. Conozco padrastros que han aprendido a utilizar las nuevas tecnologías gracias a sus hijastros. En mi experiencia personal, aprendo mucho sobre deportes y montañismo gracias a mis dos hijastros mayores. Aprender de los hijastros es esencial. Cuando ellos vean que somos personas enseñables nos verán con otros ojos. |
2. El mentor como constructor
Posibles características positivas
• | Es puente entre los hijastros. Ya sea el padrastro entre hijastros varones, o la madrastra entre hijastras mujeres, se puede convertir en un pacificador/a. Conectar a los hijastros por medio de juegos, de tiempos compartidos, de lecturas, etc. puede ayudarlos en medio de un clima de conflictos. |
• | Tiene capacidad de comunicarse asertivamente. Esto significa que podemos comunicar nuestros sentimientos y nuestros derechos sin invadir o faltarle el respeto al otro. En nuestro caso, es importante saber comunicarse sin herir a nuestros hijastros. |
• | Busca herramientas para potenciar a los demás. El padrastro debe buscar herramientas para desarrollar su labor. Profesionales, libros, consejeros y otros padrastros pueden darnos recursos para capacitarnos. |
• | Puede ver a los hijastros como proyectos en proceso. Todos estamos en proceso, en desarrollo, en crecimiento. Ninguno de nosotros ha llegado a la madurez completa. Por lo tanto, debemos entender que esto se dará en un proceso de tiempo. Tener paciencia es esencial para el padrastro. |
Posibles características negativas
• | Enfocarse continuamente en los demás y olvidarse de sí mismo. Debemos darnos tiempos para nosotros mismos. En mi experiencia decidí tomarme algunas horas del día sábado para salir a caminar y recorrer librerías. Ese es, para mí, un ejercicio terapéutico y que me permite pensarme y renovar mis fuerzas en medio de la vorágine diaria. |
• | Sobreinvolucrarse. Como antes he mencionado, creo que los padrastros debemos reconocer cuáles son nuestros límites. Quizás en temas específicos podemos opinar o dar nuestro punto de vista, pero no necesariamente debe ser así. Lo que no debemos dejar es que nos falten el respeto, como tampoco faltarlo nosotros. |
• | Terminar agotado. Cuando nos involucramos en forma desmedida, no tenemos herramientas, no respetamos el proceso y sentimos que hemos sido invadidos, nos agotamos. Esto nos lleva a sacar las peores cosas de nosotros mismos y quizás lo expresemos por medio de emociones como la ira o el resentimiento. Debemos identificar estas emociones tóxicas y no echar culpas a los demás. |
• | Tener resentimiento porque nadie se ocupa de él y tampoco valoran su labor. Como padrastro, muchas veces nos veremos excluidos de honores o valorizaciones. Esto nos causará cierto resentimiento; sin embargo, no debemos alimentarlo, sino reconocer que pocas veces se valorizará nuestra labor. Debemos focalizarnos en el proceso y no en los reconocimientos eventuales. Cuando nuestros hijastros crezcan y sean adultos responsables tendremos nuestro premio mayor. |
3. El mentor como mediador
Posibles características positivas
• | Tiene pautas claras de conducta y las transmite. Acordar con anterioridad las pautas de conducta o las reglas de convivencia es esencial para una nueva familia. Más allá de que como padrastros no nos involucremos en algunos aspectos de los límites o la disciplina de los niños o adolescentes, sí debemos pautar todos juntos algunas reglas de convivencia, ya que estas son esenciales para cuidar y respetar al otro. |
• | Tiene la capacidad de resolver conflictos en la familia. Una de las mayores necesidades para las nuevas familias, como para las familias biológicas, es tener recursos para resolver conflictos intrafamiliares. El padrastro puede cumplir la función de mediador entre hijastros. No tendrá esa función cuando haya conflictos entre la madre/padre y sus hijos. No es sano tomar partido por uno o por otros. |
• | Respeta la comunicación, es decir, sabe escuchar. Este es uno de los desafíos más grandes como padrastros. Escuchar es un arte que debemos desarrollar. No solo escuchar las palabras sino también los gestos y los silencios de nuestros hijastros es esencial a la hora de comunicarnos. Tendremos mucha más información si nos tomamos el tiempo de sentarnos y escucharlos con atención. |
• | Está al tanto de cuáles son sus límites como padrastro. Conocer nuestros límites forma parte de nuestro rol. Saber hasta dónde podemos llegar con ciertas temáticas o conflictos nos ahorrará muchos dolores de cabeza. No lleguemos al punto en que nuestros hijastros pongan el límite. Esto nos causará una herida (recordemos el dardo venenoso: “No eres mi papá/mamá”). |
Posibles características negativas
• | Sobrevalorar su función y atentar contra la autonomía del hijastro. Cuando nuestros hijastros son adolescentes debemos procurar que alcancen cierta autonomía en sus decisiones como también que se hagan cargo de sus consecuencias. Para esto, no debemos automatizarlo e indicarles lo que deben hacer en cada situación. Es importante que desarrollen un espíritu crítico con el fin de que piensen antes de actuar. |
• | Querer resolver todos los problemas. Un mediador puede faltar a su rol metiéndose donde no debe. Como padrastros debemos respetar nuestros límites como mediadores y no involucrarnos en cada aspecto de la vida del adolescente. Quizás cuando son niños tenemos más intervención, pero esta disminuye a medida que van creciendo. |
• | Abusar de su autoridad. Esto significa imponer en forma agresiva mis opiniones, así como también buscar manipular las acciones del niño o adolescente en pos de mi conveniencia. Cuando el adolescente nos pone límites debemos respetarlos y no enojarnos o sentirnos heridos por el rechazo. No es un rechazo hacia nuestra persona sino hacia nuestra intervención desmedida. |
• | Agotamiento por sobreexposición en los conflictos intrafamiliares. Cuando uno está en cada conflicto intrafamiliar y es mediador en todos ellos llega a un grado de agotamiento inevitable. Para esto debemos entender que no debemos involucrarnos en todos los conflictos y que cada integrante de la familia debe buscar recursos para enfrentarlos por sí mismo. |
4. El mentor como demandado
Posibles características positivas
• | Tiene información de los temas emergentes. El padrastro, que es un mentor demandado, está informado de las necesidades y problemáticas de sus hijastros. |
• | Es una persona que se involucra y está dispuesta a trabajar para el bien de todos. No tan solo tiene información sino que trabaja en pos de ayudar y acompañar en la respuesta de la necesidad o problema. |
• | Escucha a los hijastros y conoce sus necesidades. La información que tiene es por saber escuchar. Cuando un padrastro no escucha supone cosas que quizás no son ciertas y se equivoca en la ayuda que proporciona a su hijastro. Al suponer una necesidad, descuidamos la real. |
• | Es flexible y creativo. Para poder responder a la necesidad de los hijastros es necesario ser creativos y tener cierta flexibilidad, ya que nos enfrentaremos a ciertos temas que nunca hemos tratado. En el caso de padrastros que vienen de ser solteros aun más, ya que no han tenido hijos ni la experiencia de verlos crecer, con todo lo que ello implica. |
Posibles características negativas
• | Le es difícil trabajar profundamente sobre las problemáticas de sus hijastros. Si no se informa y solo quiere responder a los problemas, el padrastro demandado no logrará profundizar en las problemáticas de sus hijastros. Generalmente, los padrastros buscan resolver las demandas inmediatas y las madrastras tienen, quizás, mayor paciencia para entender el problema con profundidad. Esto nos diferencia como hombres y mujeres. Los hombres somos más ejecutivos, las mujeres más interesadas en entender las causas de la problemática para luego ver cómo ayuda a resolverla. |
• | No saber/poder decir no. Cuando los demás sobrepasan los límites, el padrastro, por ese afán de ser útil y, quizás, por un poco de ego, busca responder las demandas. Esto lo lleva a no saber decir que no o a sentirse mal (con culpa) cada vez que pone un límite. |
• | Está atento solo a la demanda de los demás y no a las propias. Cuidar de otros, muchas veces nos lleva a descuidarnos. Los padrastros deben buscar espacios donde sean cuidados. Hay pocas oportunidades donde los padrastros pueden expresar lo que sienten y cómo viven esta experiencia familiar. Este libro busca ser un espacio donde el padrastro pueda sentirse entendido y cuidado. Sin embargo, es hora de crear grupos donde padrastros y madrastras puedan expresar lo que viven y sienten. |
• | Puede agotarse fácilmente por tratar de satisfacer a todos. El agotamiento llega cuando damos más de lo que recibimos. Debemos saber regular nuestro cansancio y no reprimir los sentimientos que nos permiten liberar nuestras frustraciones. Busquemos personas que sepan escuchar y puedan alentarnos día a día para seguir adelante. Quizás esta persona no deba ser tu esposa o esposo sino alguien que pueda ser más objetivo a la hora de escucharte y aconsejarte. |
5. El mentor como bombero
Posibles características positivas
• | Se involucra en las situaciones problemáticas. Los que somos padrastros sabemos que si queremos problemas los encontraremos. Al ser una familia numerosa, los problemas serán numerosos. Por un lado, es positivo involucrarse en algunas problemáticas en las cuales podemos aportar soluciones. |
• | Se arriesga para ayudar. Tomar riesgos forma parte de la naturaleza del padrastro o la madrastra. Desde el momento en que decidimos conocer a una persona con hijos estamos tomando riesgos. |
• | Tiene equilibrio para soportar el vértigo familiar. Esto se logra en el tiempo, no es automático. Cuando pasan los años, los problemas más tremendos toman un tinte de simples frente a toda la experiencia que se adquiere en el proceso de reconstrucción familiar. |
• | Tiene capacidad de conducción de la familia. Después de conocer a cada integrante de la familia y transformarse en una persona de confianza para todos, podemos convertirnos en líderes de la familia. A diferencia de las familias biológicas, en las cuales se da por hecho que los líderes familiares son los padres, en las familias reconstituidas hay que ganarse el derecho a ser líder y poder conducir sanamente a la familia. |
Posibles características negativas
• | Tiende a resolver los problemas sin profundizar en las causas. Como el padrastro demandado, si este no se informa y solo quiere responder a los problemas, no logrará profundizar en las problemáticas de sus hijastros. Generalmente, los padrastros buscan resolver las demandas inmediatas, mientras que las madrastras tienen, quizás, mayor paciencia para entender el problema con profundidad. |
• | Soledad. Este es un punto muy importante ya que la soledad nos lleva a aislarnos de otros, lo que significa que nos veremos sin posibilidad de reponer fuerzas. Cuando hablamos con otros de nuestras situaciones y tenemos un abrazo contenedor de un amigo podemos renovar fuerzas y seguir adelante. Nuestra pareja también es importante en estas circunstancias. Que sepa cómo nos sentimos puede darle a conocer nuestra perspectiva de las cosas y cómo vivenciamos la familia y sus múltiples desafíos. |
• | Falta de herramientas para enfrentar los inconvenientes. Los padrastros sabemos que comenzamos con una desventaja en la nueva familia. No tenemos herramientas para enfrentar los inconvenientes que se presentan. Quizás algo de intuición con una pizca de sentido común pueda ayudarnos, sin embargo es esencial poder hablar con otros que viven las mismas circunstancias y con profesionales en las relaciones interpersonales que puedan ayudarnos. |
• | Descuidar los fuegos que se dan en otros contextos relacionales (trabajo, amigos, etc.). En un momento de mi vida, luego de varios años de ser padrastro, me encontré con una anorexia relacional importante. Me encontraba tan focalizado en mi nueva familia que había descuidado mis otros núcleos relacionales. Mis amigos, mis propios parientes y compañeros de trabajo habían sido abandonados. Ahora era tiempo de alimentar mis otros contextos relacionales y permitirme espacios de encuentro con personas que no sean del núcleo familiar. |
6. El mentor como faro
Posibles características positivas
• | Tiene la capacidad de orientar al hijastro en diferentes aspectos. La edad, la experiencia y la información pueden darnos la capacidad de aconsejar a nuestros hijastros. Nunca pensemos que el sentido común alcanza. Es importante acercarnos a los que saben o han estudiado ciertos temas de la niñez o la adolescencia para saber cómo manejarnos en situaciones específicas. |
• | Tiene un fuerte compromiso hacia el cuidado del otro. El padrastro faro entiende su rol con un fuerte compromiso y esto se evidencia en el tiempo. Cuando un padrastro cuida de sus hijastros le da un condimento de seguridad a la relación de pareja. |
• | Son requeridos por su confianza en el trato y su acompañamiento en el proceso. Estos padrastros se ven co-mo personas confiables y respetuosas. Son sensibles a las necesidades, como también prestos a guiar en medio de un conflicto. |
• | Es un adulto seguro y responsable que respeta al niño y al adolescente. El padrastro faro está seguro de sus intenciones y no guarda un interés oculto en el cuidado de sus hijastros. Resplandece como una luz y no esconde nada. |
Posibles características negativas
• | Atribuirse un rol mesiánico. Este padrastro puede tener el síndrome del salvador. Este síndrome aparece cuando el padrastro se imagina como el redentor de la situación familiar y, además, se atribuye la categoría de rescatador o salvavidas de sus hijastros. Lo peor que puede hacer este padrastro es decirles a sus hijastros: “Yo vine a ocuparme de ti cuando tu padre/madre te abandonaron”. |
• | Enceguecer en vez de guiar. Cuando un padrastro/madrastra faro se considera la única luz en el camino de la vida del niño/adolescente puede caer en la idea de que es el único referente y que todas las cosas se deben hacer como él/ella dice. |
• | Cerrar el paso a la creatividad individual. Desvaloriza las opiniones de los hijastros y las evalúa como ingenuas. Esto irrita profundamente a los adolescentes. |
• | Sobrevalorar su subjetividad e imponerla. Cuando una persona cree que sabe todo de todo se vuelve omnipotente y es difícil que entienda que los demás piensan de modo diferente. El faro puede perderse en su propia luz, dejar de guiar en el camino correcto e imponer ciertas rutas que no son apropiadas para todas las personas. |
Podemos cerrar este capítulo haciéndonos una serie de preguntas:
• | ¿Con cuál de las analogías de mentor/padrastro te sientes identificado? |
• | ¿Con cuál de estas imágenes te identifica tu esposa/pareja? |
• | ¿Con cuál de estas imágenes te identifican tus hijastros? |
• | ¿Existen diferencias entre cómo te perciben ellos y cómo te percibes a ti mismo/a? |
13 Para profundizar sobre el concepto de “mentor” te invito a leer mi libro Líderes Modelos, el arte de mentorear a una generación, Editorial Zondervan/Vida, Miami, Florida, 2011.
14 Desarrolladas por Franco Spagnolo exclusivamente para el proyecto de cuidado integral de los adolescentes y niños del St. Andrew´s Scots School. Para los trabajos de Franco Spagnolo ingresa a www.francospagnolo.blogspot.com