Notas
[1] Lo fue, de 1895 a 1899. (N. del T. y prologuista). <<
[2] Los manuscritos de «Lourdes», «Roma» y «París», así como las importantes notas de trabajo que los acompañan, han sido legados por madame Zola a la Biblioteca Méjanes de Aix, Provenza. <<
[3] «Gil Blas», ilustrado, 22 de abril de 1894. <<
[4] La Salette-Fallavaux, villorrio de Grenoble, donde se dice que la Virgen se apareció a unos pastorcillos. Es todavía un lugar de peregrinaciones, como Lourdes. (N. del T.). <<
[5] Esta respuesta al Consejo municipal de Bartrès se publicó en «Le Figaro» bajo el título «A propósito de Lourdes», y luego fue editada en un folleto, rarísimo de encontrar, por la Sociedad de Amigos del Libro de Lyon. <<
[6] El 24 de octubre de 1894 Zola es llamado a comparecer ante la novena Sala Correccional del Tribunal del Sena por el señor M. Bourgeois, contratista de obras públicas, quien se siente difamado por muchos pasajes de la novela relativos a la construcción de la Basílica de Lourdes. El novelista, sin nombrarlo, hacía alusión a las dificultades que éste tuvo antes con el abate Peyramale. A petición de Waldeck-Rousseau, el abogado de Zola, el proceso es sobreseído y termina por una componenda, después que el señor Bourgeois reconoce la buena fe del escritor. <<
[7] Basta conocer las notas de trabajo de Zola para darse cuenta del meticuloso cuidado con que preparó «Roma». No forman menos de cuatro tomos voluminosos, cuyo conjunto comprende alrededor de dos mil hojas manuscritas. La parte más curiosa de esas notas la constituye el relato del viaje a Roma; diariamente Zola anotaba sus impresiones. Este cuaderno fue redactado regularmente entre el 31 de octubre y el 5 de diciembre de 1894. La continuación del viaje por Italia está compendiada en una nota general que Zola debió de escribir a su regreso a París. El esbozo de «Roma» abarca 128 hojas. <<
[8] «Le Journal», 14 de mayo de 1896. <<