Leo y Anna

 

Querida Lucy:

Hoy has venido al mundo y ya me pregunto cómo he podido vivir hasta ahora sin ti. Te hemos puesto Lucinda como mi madre, pero por ahora te llamaremos Lucy. Te escribo porque tengo muchas cosas que decir y no sé cómo hacerlo. Pero quiero que sepas que voy a intentar ser el mejor padre del mundo. Te quiero más de lo que nunca creí posible, cariño. Tu madre y tú lo sois todo para mí. Lo mejor que he hecho en mi vida fue insistir en que tu madre se subiera a aquel avión conmigo cuando la conocí.

Te quiero,

 

Papá

 

Querida Lucy:

Tu padre me ha hecho llorar. Hoy me ha enseñado esta carta y me ha dicho que tiene pensado escribirte con frecuencia hasta que seas lo suficientemente mayor para leer sus cartas. Creo que es una idea maravillosa. Hoy me ha hecho un regalo para conmemorar tu nacimiento. Una isla pequeña. Algún día te explicaré el significado, pero todavía faltan muchos años. La he llamado Isla de Lucy. Creo que construiremos una cabaña e iremos de vez en cuando. Hay una cala preciosa con el agua más azul del mundo. Estoy deseando enseñártela.

Te quiero,

 

Mamá