- Dieciséis
—¿Qué tal está Allegra?— Matteo, Ash y Hassan le estaban esperando cuando regresó a palacio.
—Bien— contestó Alex.
—Bobby ha pedido que le llames para contárselo— dijo Matteo—. Quiere hablar contigo.
Alex asintió.
—No es necesario— gruñó el rey—. Seguramente esté allí ahora, puede verlo por sí mismo.
Alex le ignoró.
—Necesito su número.
—¿No lo tienes?— preguntó Zoe—. ¿No le llamaste cuando fuiste a pedirle la mano de su hija? ¿Ni cuando estuviste en Londres?
Había hecho muchas, muchas cosas mal. Cuando Matteo le dio el número, Alex se metió en la biblioteca para hablar con su futuro suegro en privado y cerró los ojos avergonzado mientras lo hacía.
—Bien— dijo el rey cuando Alessandro salió—. Vamos a tomar una copa. En seguida empezarán a llegar los invitados.
Así fue. Eran dignatarios a los que había que atender la víspera de la boda por una cuestión de obligación. Pero Alex detuvo la procesión que se dirigía hacia el salón.
—Ha habido un cambio de planes. Yo voy a salir esta noche con Bobby.
Matteo disimuló una sonrisa y Hassan alzó las cejas.
—Y también con los hermanos de Allegra y mis amigos— señaló a Ash, que se había casado con su hermana y a Hassan, que se había casado con la hermana de Allegra—. Con la familia. Es una tradición.
—Tal vez lo sea para los Jackson…
—Voy a casarme con una Jackson, por si no lo sabías— Alex miró a su hermano y a sus amigos—. Vamos.