Bundt cake de limón relleno de crema de mascarpone

¡Este bundt cake está taaaaan rico! En serio. Surgió de un experimento a partir de una receta que llevo ya tiempo preparando y es increíble. Está mal que lo diga yo, pero es que decir lo contrario sería mentir. El cremoso relleno de mascarpone es la bomba. En serio. Y el toque ácido del limón le viene tan bien… ¡Ains! ¡Me parece que me voy a poner a hornear uno ahora mismo!

 

 

Ingredientes

 

Para el bundt

• 250 ml de aceite suave de oliva o girasol

• 500 g de azúcar

• 6 huevos

• 500 g de harina

• 1 cucharadita de bicarbonato sódico

• El zumo de 1½ limón

• La ralladura de 1 limón

• 250 ml de nata para montar

 

Para el relleno

• 250 g de queso mascarpone

• 1 yema

• La ralladura de 1 limón

 

Para el glaseado

• 300 g de azúcar glas

• Un chorrito de nata líquida

 

 

Precalentamos el horno a 180 ºC.

Mezclamos el zumo de limón con la nata para hacer una especie de «sour cream» casera que va a dar súper jugosidad al bizcocho. Engrasamos muy bien el molde de bundt cake.

Para el relleno, batimos el mascarpone con la yema y la ralladura de limón. Metemos la masa en una manga pastelera con boquilla redonda muy ancha y reservamos. Tamizamos la harina con el bicarbonato. Reservamos. Batimos el aceite con el azúcar. Incorporamos los huevos. Cuando la mezcla sea homogénea, incorporamos la mitad de la harina. Luego la mitad de la nata con limón. Luego el resto de la harina y finalmente el resto de la nata y la ralladura de limón.

Vertemos la mitad de la masa en el molde y encima, usando la manga pastelera, incorporamos el relleno de queso. Es importante que no toque los bordes del molde y quede bien centrado. Vertemos el resto de la masa por encima y horneamos en torno a 55 minutos o hasta que al introducir un palillo salga limpio.

Sacamos del horno y esperamos al menos 20 minutos antes de desmoldarlo (o se nos romperá). Dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Para preparar el glaseado, tamizamos el azúcar glas y añadimos un chorrito de nata líquida poco a poco, hasta tener la textura correcta (como de yogur griego). Vertemos de inmediato sobre el bizcocho ya frío.

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