Helado de tarta de queso con limón

Por segunda vez en el mismo libro, la famosa crema de limón de mi tía Paquita sale a colación, y es que no pude dejar de preparar una receta de helado que la incluyera. Empiezo a pensar que lo hago simplemente por rebañar después el cazo en el que la he preparado, igual que hacía cuando era pequeña y me comía lo que quedaba en el cazo cuando la preparaba mi madre.

 

 

Ingredientes

 

Para la base

• 500 ml de nata para montar

• 250 g de queso mascarpone

• 150 ml de leche condensada

 

Para la salsa

• 2 limones

• 100 g de azúcar

• 50 g de mantequilla

• 2 huevos

• 80 ml de agua

 

 

Colocamos todos los ingredientes para la base en un robot de cocina o en un vaso batidor. Los mezclamos durante unos minutos, hasta tener una mezcla homogénea y sin grumos.

Pasamos la mezcla, bien fría, a la heladera, y dejamos que se vaya convirtiendo en helado según las instrucciones de la misma, pero normalmente en 30 minutos lo tendremos listo. (Si no tienes heladera, una vez preparada la mezcla, métela al congelador y espera 45 minutos. Pasado ese tiempo, bate enérgicamente el helado, a ser posible con una batidora de varillas, y vuelve a introducirlo en el congelador. Repite esa acción cada 30 minutos durante 2-3 horas o hasta que el helado esté cremoso y sin cristales de hielo.)

Para la salsa, en un cazo batimos bien el azúcar con el huevo. Cuando estén bien integrados, añadimos el zumo, el agua y la ralladura de limón. Calentamos sin dejar de remover y cuando empiece a borbotear la retiramos del fuego. Incorporamos la mantequilla y removemos hasta tener una salsa homogénea. Dejamos templar en un bol cubierto con film a piel (el plástico en contacto con la superficie) antes de usar.

Una vez que el helado esté listo, trasladamos la mezcla a un recipiente cerámico, de metal o plástico apto para el congelador y allí lo mezclamos levemente con la salsa de limón. Congelamos un mínimo de 2 horas antes de servir.

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