Cheesecake de manzana y caramelo

Este experimento, que pensé que acabaría en desastre, se ha convertido en mi cheesecake por excelencia. La mera idea de poder disfrutar de unas manzanas acarameladas encima de un cremoso cheesecake casi hace que se me salten las lágrimas. Por favor, si vais a hacer una sola receta de este libro que sea esta. Estoy segura de que el resultado será tan impresionante ¡que inmediatamente haréis el resto!

 

 

Ingredientes

 

Para la base

• 125 g de harina

• 115 g de mantequilla fría en daditos

• 50 g de azúcar

• 1 cucharadita de canela

 

Para el relleno

• 850 g de queso Philadelphia

• 180 g de azúcar

• 1 cucharada de harina

• 3 huevos

• 1 cucharadita de canela

 

Para las manzanas

• 1 cucharadita de canela

• Una pizca de nuez moscada, jengibre y clavo molido

• 3 manzanas

• 3 cucharadas de azúcar

 

Para el crumble

• 50 g de harina

• 60 g de azúcar moreno

• 60 g de mantequilla bien fría en daditos

• 1 cucharadita de canela

 

 

Precalentamos el horno a 180 ºC y engrasamos bien un molde desmontable de 23 cm. Colocamos un papel de horno en la base, del mismo diámetro, que nos ayudará a desmoldar la tarta.

En primer lugar preparamos la base. Colocamos la harina, la canela, la mantequilla y el azúcar en la picadora y lo picamos. Usamos esta mezcla de «migas» para cubrir la base del molde. Horneamos durante 10 minutos y después dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Mientras se enfría, preparamos el relleno. Batimos el queso con el azúcar, la canela y la harina hasta que la mezcla sea homogénea, siempre a velocidad lenta si usamos una batidora. Incorporamos los huevos, uno a uno. Rellenamos la base con esta mezcla y reservamos.

En un bol, colocamos el azúcar y lo mezclamos con las especias. Picamos las manzanas en daditos y las rebozamos con el azúcar. Las esparcimos sobre el relleno del cheesecake.

Finalmente preparamos el crumble. Ponemos la harina, la canela, la mantequilla bien fría y el azúcar en la picadora y lo picamos hasta tener unas migas gordas. Esparcimos el crumble sobre la manzana.

Horneamos 30 minutos a 180 ºC y otros 30-40 minutos a 130 ºC. Una vez fuera del horno, esperamos a que se enfríe a temperatura ambiente y después ponemos la tarta en la nevera durante 4-6 horas (puedes prepararla de un día para otro). Antes de servir, esperamos al menos 30 minutos, para que vuelva a la temperatura ambiente.

Servimos acompañada con sirope de caramelo (elabora tu propia salsa de caramelo salado siguiendo la receta Semiesferas con caramelo salado).

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