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Command & Conquer: Tiberian Dawn
Fecha de creación: 1995
Desarrollador: Westwood Studios
Distribuidor: Virgin Interactive
Género: La guerra en tiempo real
Plataforma: PC
La compañía Westwood Studios es también la creadora del mítico videojuego Dune II: Battle for Arrakis, basado en la genial obra literaria Dune, de Frank Herbert, que fue llevada al cine por David Lynch en 1984. Dune II fue el primer juego en utilizar el ratón para mover las tropas y ejércitos que se encontraban a nuestras órdenes, lo que permitió una mayor fluidez y complejidad en el desarrollo del juego, convirtiéndole en un éxito sin precedentes dentro del género y en el primer videojuego moderno de estrategia en tiempo real. A pesar de que Dune II estableció las bases del sistema de control, Command & Conquer fue el verdadero responsable del auge de un estilo de juego no muy cultivado hasta mediados de la década de los noventa y que en años posteriores cosechó un gran éxito con sagas como WarCraft y Age of Empires.
Su argumento nos sitúa en el año 1995, fecha en la que un meteorito de origen extraterrestre llega a la Tierra. Este muta en el medio ambiente terrestre y empieza a generar una nueva sustancia conocida como tiberium, que se concentra en cristales de fácil recolección y constituye una excepcional fuente de recursos energéticos a pesar de ser dañino para toda forma de vida basada en el carbono. Como es lógico, el control de esta nueva y destructiva fuente de energía resulta fundamental para los intereses de diferentes facciones: la Primera Guerra Tiberiana ha comenzado.
Lo primero que debemos hacer en Command & Conquer es elegir el bando que queremos dirigir. Si elegimos a la Hermandad de Nod significa que estaremos bajo las órdenes de su líder, Kane, que proclama ser un nuevo dios y cuyo objetivo final es la destrucción de las tropas de GDI (Global Defense Initiative) para conseguir el control del tiberium a nivel mundial. Por el contrario, si lo que decidimos es controlar a las tropas del GDI, estaremos bajo las órdenes de la ONU y nuestro objetivo final será la destrucción de la peligrosa Hermandad de Nod y la eliminación de Kane. En ambos casos, el sistema de juego es similar: debemos controlar nuestras tropas y darles órdenes mediante el uso del ratón, pero también deberemos construir edificios para la creación de nuestras unidades y para el almacenaje de los distintos recursos, tanto financieros como energéticos. Conforme avancemos por las misiones y nuestros recursos financieros aumenten, podremos disponer de nuevos edificios, crear nuevas variedades de maquinaria pesada y reclutar un mayor número de unidades de infantería o de apoyo a la consecución de los recursos necesarios.
Además de su sencillo control, Command & Conquer cuenta con unos gráficos y animaciones que, si bien no pasan de ser correctos durante el transcurso del juego, derrochan enorme calidad durante las escenas cinemáticas que acompañan a las introducciones.
El éxito de Command & Conquer hizo que aparecieran gran variedad de secuelas, entre las que se pueden distinguir tres líneas argumentales diferentes: Tiberian Dawn —en la que el videojuego que nos ocupa constituye su primera parte, adquiriendo el subtítulo con el paso del tiempo—, Red Alert y Generals.