Memorias de una vaca
Mo y su Pesado (conciencia) inician el recuerdo de una vida marcada por una decisión inapelable: no ser una vaca tonta, ya que «no hay nada más tonto que una vaca tonta».Con el lema claro desde el principio, Mo inicia desde su retiro, acompañada de la hermana Bernardette, el relato de su vida, una vida que nos permite ver de reojo historias interesantes de la época de la posguerra española, la figura de los maquis, la autoridad del ejército, la amistad, el valor de la memoria, etc. La historia de Mo se centra en su hogar, Balanzategui, donde sus dueños logran, ante la mirada amenazante de Gafas Verdes y sus secuaces, suministrar provisiones a los Maquis, que en las montañas continúan la lucha contra Franco. Ese suministro se logra en parte gracias a las vacas que viven en Balanzategui, ya que constituyen (sin saberlo) un buen sistema de comunicación entre los guerrilleros y los dueños de la finca. Al final Gafas Verdes comprende el enredo y la tragedia se cierne sobre la casa. Mo se marcha de casa junto a su amiga La Vache que rit, juntas recorren la geografía española pero pasado algún tiempo Mo se quedará sola y derrumbada por la soledad está a punto de sucumbir a la tristeza, no lo hace y por el camino hallará a Bernardette, junto a la cual vivirá en el convento, hasta que decida acabar sus memorias.