Robert Graves: La civilización está cada vez más lejos del así llamado, hombre natural.

ROBERT GRAVES: ¿Nota algo raro en esta habitación?

ENTREVISTADOR: No.

RG: Bueno, todo está hecho a mano, aunque hay una excepción: este horrible archivador triple de plástico que me regalaron. Lo he puesto aquí por cortesía durante 2 ó 3 semanas, después lo haré desaparecer. Casi todo lo demás está hecho a mano. Oh, sí, los libros son impresos, pero muchos han sido impresos a mano, de hecho, muchos los he impreso yo mismo. Excepto las partes fijas de la luz eléctrica, todo está hecho a mano; hoy en día muy poca gente vive en casas donde todo completamente está hecho a mano.

I: ¿Incide esto directamente en su trabajo creativo?

RG: Sí, un secreto de ser capaz de pensar es tener las menos cosas posible alrededor tuyo que no estén hechas a mano.

I: En “ La Diosa Blanca ”, usted identificó al poeta Musa con el Rey Sagrado, el cual fue sacrificado a la Diosa de la Luna como una víctima divina. Y expresó su creencia de que el verdadero poeta debe también, en un sentido, morir por ella. A pesar de todo lo que ha sobrevivido, ¿sigue manteniendo esto?

RG: Sí. Lo que casi siempre pasa es que la Musa encuentra imposible mantener el amor de un poeta y se alía a sí misma con un poeta fingido que ella sabe que no es uno de verdad. Alguien al que ella puede mimar. He puesto un cuadro de esto en un poema titulado “Carencia”. El proceso empieza de nuevo cada vez que existe una muerte de amor, lo cual es tan doloroso como una muerte real. Siempre existe un asesino, siempre un carácter de “Carencia”. El rey ó el poeta representa el crecimiento, y el rival ó tanist representa la sequía.

I: Seguramente muchos años de servicio a la Musa son premiados.

RG: La recompensa se encariña al final con la persona que no es una asesina. No quiero hablar de eso porque no quiero tentar mi suerte.

I: Por definición, su persecución de la Musa no puede traer satisfacción. ¿Qué se la ha dado?

RG: Me ha traído cada vez más cerca al centro del fuego, por así decirlo.

I: Sus poemas, sobre todo sus poemas de amor, se hacen cada vez más intensos. ¿Es eso una consecuencia de la edad ó de la experiencia?

RG: Uno llega al fondo del asunto a través de una serie de experiencias del mismo patrón, aunque con diferentes colores.

I: En otras palabras, uno no aprende nada nuevo, aunque uno adquiere una compresión más profunda.

RG: Más ó menos. Una comprensión de lo que son las experiencias traumáticas del poeta. Los poemas de amor deben interactuar dependiendo de la luna… Las lunas varían. Amas a una mujer-musa diferente y obtienes un poema diferente.

I: ¿Y qué sobre ese simple apetito, la lujuria, el cual ha atacado?

RG: La lujuria envuelve una pérdida de virtud, en el sentido del poder físico. La lujuria te da algo que pertenece a otra persona. Quiero decir, el acto del amor es una metáfora de la unión espiritual, y si tú realizas el acto del amor con alguien que significa poco para ti, entonces estás regalando algo que pertenece a la persona que realmente amas ó podrías amar. El acto del amor pertenece a dos personas, de la misma forma en que los secretos son compartidos. Abrazos y besos se permiten, pero tan pronto como empiezas con lo que se llama mándalos, palabra que me inventé a partir de una griega, que significa el cerrojo que pones a algo, y significa el beso-con-lengua ó por definición según el diccionario “un beso libidinoso y erótico”, estas familiaridades se deberían reservar para aquéllos que realmente amas. Estoy de acuerdo con los abrazos y besos típicos con ciertos amigos. Eso está bien. Pero la promiscuidad parece prohibida a los poetas, aunque es algo que no envidio de los no-poetas.

I: “ La Diosa Blanca ” es un manual y en él residen todas las preguntas que pueden ser respondidas. ¿Usted siente la necesidad de una definición final sobre en lo que usted está?

RG: “ La Diosa Blanca ” y “El Evangelio Nazareno Restaurado” son curiosos: escribí el primero para definir el elemento no-judío en la Cristianidad, especialmente la Celta. Y escribí el segundo, con la ayuda del desaparecido Joshua Podro, para conducir el elemento romano y griego fuera de lo que era un acontecimiento puramente judío. El resultado curioso fue que una especial Sociedad Cristiana Original se fundó en Cambridge, basado en el Evangelio Nazareno, y varias religiones de Diosas Blancas comenzaron en Nueva York y California. Soy el héroe de hoy sobre el culto amor-y-flores del Estado Chiflado, así que ellos me dicen: cuando los hippies paran a los policías en la calle y dicen, “Le adoro, oficial”. También recibo un número de cartas de brujas, pedidos de pócimas, recipientes mágicos e información esotérica.

I: ¿Por qué usted no escribe poemas sobre la guerra, de su experiencia en las trincheras durante la I Guerra Mundial, como sus amigos Sassoon y Owen?

RG: Lo hice. Pero los destruí. Eran periodísticos. Sassoon y Owen eran homosexuales; aunque Sassoon intentó creer que no lo era. Para ellos, el ver “hombres” muertos fue tan horrible como si usted ó yo tuviéramos que ver campos de cadáveres de mujeres.

I: Sus poemas son declaraciones muy completas y personales. ¿No es usted en absoluto reticente sobre lo que revela?

RG: uno dice cosas a los amigos que no imprime.

I: Pero su público…

RG: Nunca use la palabra “público”. La misma idea de un público, a menos que un poeta escriba por dinero, me parece un error. Los poetas no tienen un “público”: ellos se dirigen a una simple persona todo el tiempo. Lo malo de alguien como Yevtushenko es que se está dirigiéndose a miles de personas al mismo tiempo. Todos los así llamados grandes artistas estuvieron intentando dirigirse a muchas personas. De una forma, ellos se estaban dirigiendo a nadie.

I: ¿Quién le hizo venir a las Islas Baleares?

RG: Gertrude Stein.

I: ¿Qué pensó de ella?

RG: Tenía ojo. Solía decir que era la única mujer en la vida de Picasso, que ella lo había formado. Puede que fuera verdad; las otras mujeres iban y venían.

I: Usted escribe novelas cuando son estimuladas por algún problema histórico. ¿Cómo la continúa usted a partir de ahí?

RG: No lo sé. Hay personas que tienen dones, como un amigo mío que puede hacer equilibrio con un copa en un dedo, y la hace girar simplemente mirándola. Yo tengo el don, de vez en cuando, de ser capaz de situarme en el pasado y ver lo que pasó. Así es cómo las novelas históricas deberían ser escritas. También tengo una buena memoria para lo que quiero recordar y ninguna en absoluto para aquéllas que no quiero recordar. “ La Mujer de Mr. Milton”, mi mejor novela, empezó cuando mi mujer y yo estábamos haciendo la cama en 1943, y de repente le dije: “sabes, Milton debió de ser un trichomaníaco”, que significa un fetichista del pelo. El comentario de repente salió de mi boca. Me di cuenta lo frecuente que sus imágenes fueron de trichomaníaco. Así que leí todo lo que encontré sobre él y me metí de lleno en la historia de sus matrimonios. Nunca me gustó Milton, desde que era pequeño; y quería averiguar la razón. La encontré. Sus celos. Está presente en todos sus poemas… Marie Powell tenía un pelo largo con el que él no podía competir.

I: Creo que eso es lo que usted precisamente describe en la novela, cuando ellos están montando a caballo en el monte…

RG: Él tenía la enfermedad de los profesores. Estreñimiento.

I: ¿Quiere decir literariamente?

RG: ¡Sí! ¡Claro que me refiero a literariamente! Se muestra en toda su poesía. Sabemos todo sobre lo que se le dio para eso. Bueno, siempre me olí algo, pero de pronto todo me vino enseguida más ó menos, y escribí “ La Mujer de Mr. Milton”. Averigûé muchas cosas sobre él, sólo el cielo sabe cómo, lo cual nunca ha sido desmentido.

I: ¿Heredó él el estreñimiento?

RG: Él fue el hijo de un escribano. Él bien pudo padecerlo.

I: ¿Cuánto tiempo le llevó escribir “Yo Claudio”?

RG: “Yo Claudio” y “Claudio el Dios” me llevó escribirlo 8 meses. Tenía que tener el trabajo terminado rápidamente porque debía 4.000 libras. Me acerqué tanto al personaje que me acusaron de haber hecho una labor de investigación que en absoluto había hecho.

I: ¿Dictó algo de el libro?

RG: No. Tenía una mecanógrafa aquí en el pueblo, pero no le dicté. Si utilizas solamente buenas fuentes, y conoces la época, el libro se escribe solo.

I: ¿Sobre cuántas horas al día escribía?

RG: No lo sé. Debieron de ser 7 ó 8. La historia supuso aproximadamente 250.000 palabras en total. Tenía hipotecada la casa y no quería perderla.

I: ¿Por qué eligió la novela histórica?

RG: Bueno, con lo que tenía anotado en mi diario, un año ó dos antes, de los historiadores romanos, como Tácito, Suetonio y Dion Cassius, aunque especialmente Tácito, que obviamente no dio con el perfil de Claudio, y un buen día tendría que escribir un libro sobre eso. Si no lo hubiera hecho, usted no estaría bebiendo en esta casa.

I: ¿Qué tenía usted en mente al final de “Claudio el Dios”? existe un cambio claro en Claudio. Uno se pregunta lo que usted consiguió como novelista.

RG: No pensé que estaba escribiendo una novela. Estaba intentando averiguar la verdad sobre Claudio. Y existía un raro sentimiento de confluencia entre Claudio y yo mismo. Averigûé que era capaz de saber muchas cosas de las que debieron pasar sin tener ninguna base, salvo que sabía que era así. Es una cuestión de reconstrucción de una personalidad.

I: No hay mucha fuente directa, aunque él escribió mucho.

RG: Tenemos su discurso sobre los aeduanos, su carta a los alejandrinos, y un número de documentos sobre lo que dijo en los escritos de Suetonio y otros sitios. Sabemos ahora exactamente qué enfermedad sufrió de: enfermedad del Pequeño. Todo la escena es tan sólida, realmente, que sientes que lo conocías personalmente, si eres comprensivo con él. El pobre hombre, sólo ahora, al fin, la gente ha empezado a olvidar la mala prensa que los historiadores contemporáneos de él, le dieron. Y ahora es reconocido como uno de las pocos buenos emperadores entre Julio César y Vespasiano.

I: Al final, aunque, fue un desilusionado. Él vió que nada podía hacer. Tuvo que abandonar. Se desintegró y casi llega a ser otro Calígula ó Tiberio…

RG: Bueno, ahora… Calígula nació ya malo. Tiberio fue un hombre maravilloso. Pero se le puso demasiada presión, y advirtió al Senado sobre lo que iba a pasar. Él previó el severo desmoronamiento sicológico. Si tú has sido siempre extremadamente limpio, siempre se limpiaba los dientes, hacía su cama, y te ves sometido a un punto de estrés insoportable, te desmoronas y manifiestas lo que se llama un comportamiento paradójico: desordenas la cama, haces las cosas más repugnantes. Tiberio ha sido reflejado por su castidad y masculinidad, pero luego se desmoronó. Ahora siento la más grande simpatía por Tiberio.

I: ¿No reflejó usted a Livia un poco en la novela como una manipuladora de la verdad para impresionar?

RG: Es un vicio de familia, sabe. Mi tío abuelo fue Leopoldo Von Ranke, el así llamado padre de la historia moderna. Mi madre siempre me lo presentó como el primer historiador moderno que decidió decir la verdad en Historia.

I: ¿Provocó eso su búsqueda, el gueto de historiadores al que usted ha disgustado hasta la consternación de muchos?

RG: Verá, hay mucha gente que cree cosas de las que no se pueden deshacer. De repente se les enfrenta con algún suceso extraño, tal como ese Dios que tuvo una mujer, en “El Santo de los Santos”. Mi amigo Rafael Patai lo ha resuelto todo en su libro “ La Diosa Hebrea ”. Es más de lo que ellos pueden soportar. Aunque uno tiene que admitirlo.

I: ¿Ese Dios tuvo una mujer? ¿Usted realmente quiso decir eso?

RG: En efecto. Está en el Talmud. Por supuesto que los judíos lo habían mantenido bastante callado. Al principio él fue Uno, pero luego vino la división. Uno tiene que buscar el punto del enfoque. Dios fue una deidad masculina y el punto de enfoque fue obviamente una mujer. Él no lo pudo hacer sin una.

I: ¿Cuántos libros ha publicado?

RG: 122. Pero muchos de ellos son colecciones revisadas. Entonces he escrito libros para otra gente.

I: ¿Por qué ha hecho usted eso?

RG: Porque ellos tenían algo que decir, y no podían escribirlo.

I: ¿Ha abandonado usted los escritos de ficción?

RG: Podría suceder otra vez. Lo dudo, pero no lo sé. Uno nunca sabe.

I: ¿Sigue usted experimentando con alucinógenos?

RG: Tuve 2 viajes con los hongos mejicanos en 1954 ó así. Desde entonces, nunca. Y nunca con el LSD. Primero de todo, es peligroso, y en segundo lugar, ergot, del que está hecho el LSD, es el enemigo de la humanidad. Ergot es un hongo negro que crece en el centeno, ó creció en la Edad Media, y la gente que comía pan de centeno tenía alucinaciones maníacas, sobre todo los alemanes. Ahora dicen que el ergot afecta a los genes y que podrían crear problemas a la próxima generación. Se me ocurre que podría ser una explicación del fenómeno del nacismo, esa clase de histeria en masa. Los alemanes fueron comedores de centeno, en contraposición con el trigo que comían los ingleses. El LSD me recuerda a los visones que se escapan de las granjas de visones y que se alimentan en el bosque llegando a convertirse en peligrosos y destructivos. Se han escapado de la fábrica de drogas y que son fabricados en laboratorios de universidad.

I: Usted ha hablado de la visión de conocimiento total que una vez tuvo a los 12 años…

RG: Usted probablemente tuvo una visión parecida, pero la ha olvidado. No se necesita que sea una visión de algo en concreto; mientras que es un anticipo del Paraíso. Blake tuvo uno. Todos los poetas y pintores que han tenido un “algo” extra en sus trabajos parecen haber tenido esta visión que nunca han permitido que fuera destruida por la educación. Lo cual es todas esas cosas.

I: Acaba usted de terminar una nueva traducción de los Rubaiyat de Omar Khayyam. ¿Por qué eligió los Rubaiyat más que el trabajo de poetas sufíes más puros como Rumi ó Saadi?

RG: Me invitaron a cooperar en el proyecto de Omar Ali-Shah, cuya familia ha tenido siempre el manuscrito original desde el año 1.153 dC. Ese es el motivo. Estaba en el hospital y muy contento con el trabajo, por mantener la cabeza despejada de la rutina hospitalaria. El poema original de Khayyam se escribió en honor del Dios del amor y se condimentó con sátiras contra los musulmanes puritanos del día. FitzGerald lo equivocó todo: él creyó que realmente Khayyam era un borracho, un no-creyente, no un hombre que estuviera satirizando a los no-creyentes. Es increíble cuántos millones fueron engañados por FitzGerald. La mayoría de ellos odiarán el haber sido engañados.

I: Usted ha dicho que las críticas que se escriben ahora sobre los fallos en la comprensión de los Rubayyat son debidas a que no son sufíes.

RG: Como dije, no me puedo atribuir el mérito del trabajo. Trabajé desde la cuna del texto de Omar Ali-Shah, que es sufí. No sólo un sufí, sino que su familia es descendiente en línea directa con el profeta Mahoma, y ellos proclaman que Mahoma fue un sufí y que les repartió esta doctrina secreta a ellos.

I: Me parece que su Khayyam es más claro e incisivo intelectualmente, mientras que FitzGerald…

RG: FitzGerald, verá, fue uno de esos irlandeses de un tiempo en el que la gente se sentía avergonzado de ser irlandés, así que se mantuvieron callados. Y él se convirtió en algo así a un hombre inglés diletante. Y rompió con la tradición poética de Irlanda, la cual es una de las más fuertes del mundo. Aunque debería de pensar que después de la persa, es la más fuerte.

I: ¿Está usted hablando de los orígenes de la tradición poética irlandesa?

RG: ¡Hay sólo una!

I: Usted me explicó una vez que originalmente fue sufí.

RG: Antes de eso, fue la Grecia de los milesianos, la que se superpuso a la cultura arcaica libia alrededor del año 2.500 aC. Los milesianos vinieron a Irlanda vía España y trajeron con ellos la tradición ogham, que es una temprana forma del alfabeto, llevándonos otra vez hacia el día en donde las letras se originaron sobre la observación del vuelo de las grullas, etcétera. Pero los irlandeses siempre mantuvieron el contacto con los griego-parlantes de Antioquía y no de Roma, lo cual fue importante.

I: ¿Es importante el hecho de que ogham fuese preclásica?

RG: Correcto. Antes que Plato. Antes que los griegos se equivocaran. Sabe, los judíos tenían un dicho “de las diez medidas de la locura, los griegos tienen 9”. Ellos funcionaron bien hasta alrededor del siglo VI aC. Y por la época de Alejandro Magno ellos lo juntaron todo.

I: ¿de qué forma?

RG: Intentaron desacreditar a los mitos. Intentaron poner en su lugar lo que ahora llamaríamos conceptos científicos. Intentaron darle una explicación literal. Las bromas de Sócrates sobre los mitos y las burlas de Horacio sobre los mitos. Cuando se pusieron a ello, Sócrates pudo clarificar un mito de una forma que le privó de todo sentido. Ellos simplemente no tenían el derecho de usar el pensamiento poético. La lógica funciona a un nivel más alto de consciencia. Lo académico nunca duerme lógicamente, siempre permanece despierto. Haciendo eso, él se priva de sueño. Y se lo pierde todo, ve. El sueño tiene 7 niveles, en el lugar más alto se encuentra el trance poético, en él todavía tienes acceso al pensamiento consciente mientras que te mantienes en contacto con el sueño… Con los fragmentos de sueño en el más alto nivel… Tu propia memoria… Las imágenes pictóricas, como los niños saben y como fueron conocidos por los hombres primitivos. Ningún poema vale nada, a no ser que, empiece desde un trance poético, del cual uno puede ser despertado por una interrupción como de un sueño. De hecho, es lo mismo.

I: ¿Pero de dónde procede esto mismo?

RG: De ti mismo, bajo las instrucciones del más-que-tú formadas por tu propia relación con la persona con la que estás en comunicación. Si cualquier persona realmente observara, sería capaz de hacer un poema y dibujar un cuadro de la persona a la que va dirigido.

I: Usted dijo, “No preveo cambios a mejor en el mundo hasta que todo haya empeorado más”. Bueno, ahora está peor. ¿Podemos hacer algo sobre esto?

RG: Los poetas no podemos hacer marchas en protesta ó hacer ese tipo de cosas. Siento que ve en contra de las reglas, y no tiene sentido. Si la humanidad quiere un gran big-bang final, eso es lo que tendrá. Uno no debería nunca protestar contra algo, a no ser que, que vaya a tener un efecto. Ninguna de esas marchas lo tienen. Uno debería ó permanecer en silencio ó ir directo a las altas esferas. Una vez que este pueblo esté sin electricidad durante 3 meses debido a que el sistema local haya fallado y la compañía provincial sea amenazada con poner un poste de alta tensión en la tierra de una mujer noble anciana, cuyo hijo fuera el Capitán-General y que dijera que el lugar es sagrado para St. Catalina Tomás, el santo patrón de la isla. Fui a Madrid para ver al Ministro Nacional de información y Turismo, y le dije: “Los hoteles locales se vaciarán este verano por falta de electricidad”. Él amablemente informó a nuestro Gobernador Civil de que el poste de alta tensión se debería poner a pesar de los sentimientos de los santos. Pero es diferente si uno no puede ir a las altas esferas. Lamento la guerra de Vietnam, pero las marchas de protestas no la pararon, y no hay una sóla persona, como nuestro ministro en Madrid, que pueda controlar esta compleja situación.

I: ¿Le molestó?

RG: La civilización está cada vez más lejos del así llamado, hombre natural, el cual utiliza todas sus facultades: percepción, invención, improvisación. Se dirige al final del desmoronamiento de la sociedad y la reducción de la raza humana a un tamaño razonable. Así es como las cosas funcionan; así han sido siempre. Mi esperanza es que unas pocas reservas culturales queden sin tocar. Un apropiado lugar podría ser ciertas islas del pacífico y extensiones en Siberia y Australia, así que cuando el lío de ahora termine, la raza humana pueda restaurarse así misma desde estos centros.

I: ¿Quién estará en las reservas? ¿Quién decidirá?

RG: La gente que ya esté allí. Ellos deberían quedar. Los melanesianos, por ejemplo, y los paleo-siberianos.

I: ¿Su vida en Deyá, aislado de lo que usted llama la civilización moderna “mecanárquica”, gradualmente se dirigió a lo que usted llama artesanía en poesía?

RG: Una vez viví aquí 6 años sin ir a otro sitio. Eso fue en los años 1930-1936. Ni siquiera fui a Barcelona. Aparte de eso, siempre me he encargado de viajar. Uno tiene que salir porque no se puede vivir totalmente en uno mismo ó totalmente en el pasado tradicional. Uno tiene que ser consciente de cómo de desagradable es la vida urbana.

I: Usted está constantemente revisando sus colecciones de poemas. ¿Por qué?

RG: Me doy cuenta de tiempo en tiempo que ciertos poemas fueron escritos por razones equivocadas y me siento obligado a quitarlos; me dan un sentimiento negativo. Sólo los pocos poemas necesarios deberían ser guardados. No hay misterio sobre ellos: si uno es un poeta, uno al final aprende lo que son. Aunque, claro, un perfecto poema es imposible. Una vez que se haya escrito, el mundo acabaría.

Entrevista extraída de la revista The Art of Poetry

Traducción del inglés: Icíar