Amos Oz: La gente recuerda demasiado bien, la gente recuerda demasiado

Amos Oz es un autor israelí aclamado internacionalmente cuyos trabajos se han traducido a más de 45 idiomas. En mayo, junto al dramaturgo Tom Stoppard y el ex -vicepresidente americano Al Gore, recibirá el galardón Dan David, que hace un total de 3 millones de dólares. Oz, que tiene 69 años, y enseña literatura en la Universidad Ben Gurión en el sur de Israel, ha sido citado por el jurado por su “descripción de los acontecimientos históricos en el que enfatiza al individuo y también por la exploración del trágico conflicto entre dos naciones”. Es un miembro fundador del Movimiento Paz Ahora. Oz siempre ha estado a la vanguardia de la lucha israelí por su identidad y siempre ha sido un defensor acérrimo de la solución de dos-estados. Recientemente se entrevistó en su casa de Tel Aviv con Joanna Chen para Newsweek para hablar de literatura, política y de las voces de la muerte que no se irán.

NEWSWEEK: ¿Qué piensa usted que hace que sus escritos sean tan accesibles para la gente en todo el mundo?

AMOS OZ: Supongo que hay algo universal en lo provinciano. Mis libros son muy de aquí, aunque de una forma un poco extraña, encuentro que cuanto más de aquí, más parroquiano ó provinciano; más universal es la literatura.

NEWSWEEK: ¿Por qué han sido tan poco traducidos al árabe sus libros?

AMOS OZ: Me interesa la traducción al árabe más que a cualquier otra. Es en la que más estoy involucrado. Desafortunadamente, existe un muro de resistencia con los países árabes. Muchos editores árabes no tocarán nada que provenga de Israel, tanto si proceden de los halcones como de las palomas.

NEWSWEEK: ¿Qué ha hecho usted para remediar esto?

AMOS OZ: “Un cuento de amor y oscuridad” se está ahora traduciendo al árabe por la familia de George Khoury, el estudiante palestino-israelí al que dispararon a la cabeza unos terroristas que lo confundieron con un judío cuando estaba haciendo jogging en Jerusalén. Estoy muy emocionado por este hecho y por la muy noble decisión de su familia de tratar este libro como un puente entre naciones.

NEWSWEEK: ¿Qué papel cree usted que el pasado juega en la determinación futura de esta región?

AMOS OZ: El pasado casi domina esta región. No es que tenga simplemente un papel. Creo que esto es una de las tragedias de la región. La gente recuerda demasiado bien, la gente recuerda demasiado. Tanto los judíos como los árabes cargan con profundas heridas, heridas dramáticas.

NEWSWEEK: ¿Deberían las dos partes olvidar estos recuerdos y centrarse en arreglar el presente?

AMOS OZ: Podemos hacerlo. Podemos también utilizar nuestro pasado como material para construir un futuro. Podemos decir, por ejemplo, que estos recuerdos traumáticos específicos nos sirvan de lección sobre cómo tratar a otra gente, sobre cómo deberíamos tratar nuestras propias minorías. Esto es un camino para enfrentarnos con el pasado.

NEWSWEEK: Usted ha hablado sobre un compromiso de dolor y dientes apretados. ¿No podría existir un final feliz?

AMOS OZ: No, no creo en un final feliz para este tipo de conflicto trágico. Principalmente porque es un conflicto entre la razón de uno y la razón del otro. Ningún compromiso puede significar el realizar concesiones; tiene que significar el renunciar a algo que las dos partes consideran de forma muy contundente como suyas propias, y ambas partes tienen muy buenas razones para considerar las suyas propias, así que un compromiso será como una amputación para las dos partes. No existen compromisos felices.

Lo que antes era una confrontación de aquí entre árabes y judíos, ahora se ha convertido en una asunto global.

Cuando era niño era bastante parecido al conflicto de Belfast: un vecindario contra otro vecindario. Luego evolucionó en un conflicto a gran escala entre Israel y partes del mundo árabe, y desgraciadamente esto coincide con un conflicto entre occidente e Islam. Déjeme que añada en seguida que no creo en lo del choque de civilizaciones. No se trata de Islam contra Cristianismo. No se trata de oriente contra occidente. Se trata de fanáticos contra el resto de nosotros.

NEWSWEEK: El primer ministro Ehud Olmert le invitó a su casa el año pasado. ¿De qué debatieron?

AMOS OZ: No voy a entrar en detalles porque fue una conversación privada, pero le puedo decir que es una práctica común en este país. El primer ministro invita a los escritores y poetas para un cara a cara íntimo, y les pregunta en qué se ha equivocado el país. Él admira las respuestas de los escritores y las ignora completamente.

NEWSWEEK: ¿Usted cree que los escritores todavía expresan la conciencia social de la gente?

AMOS OZ: Hay una creencia antigua en la tradición judía por la cual el escritor y poeta será de alguna manera el heredero del profeta. Por supuesto, ningún escritor puede pronunciar esto, e incluso los profetas no tuvieron mucho éxito en sus días cambiando las mentes de la gente. Aunque la creencia existe.

NEWSWEEK: Usted ha hablado en contra de la invasión israelí de la franja de Gaza.

AMOS OZ: Haciéndolo uniremos a todo el pueblo palestino y quizás a todo el mundo árabe con Hamás. La opinión pública irá con Hamás. Si no llevamos cuidado ese efecto es lo que conseguiremos. Todavía no ha pasado, pero podría.

NEWSWEEK: ¿Qué piensa usted que la gente de los dos bandos quiere realmente?

AMOS OZ: La gran mayoría de los judíos israelíes y la gran mayoría de los palestinos árabes saben ahora que al final habrá dos estados, dos capitales en Jerusalén, no un retorno masivo de refugiados al propio Israel y una eliminación del la mayoría de los asentamientos. Lo saben, incluso la gente en ambas partes a las que no les gusta.

NEWSWEEK: ¿Sigue todavía el proyecto sionista vivito y coleando?

AMOS OZ: Creo que es una historia exitosa, pero como cualquier sueño que se hace realidad, sabe amargo. La única forma de mantener un sueño sonrosado e intacto es no intentar nunca llevarlo a cabo. Esto es verdad no sólo al crear una nación. Esto es verdad al escribir una novela, al plantar un jardín, al llevar a cabo una fantasía sexual. El sionismo se ha llevado a cabo y como tal es decepcionante. Aunque esto no trata de la naturaleza del sionismo; esto trata de la naturaleza de los sueños.

NEWSWEEK: ¿Cree usted que EEUU está ayudando en el proceso de paz?

AMOS OZ: Sí. Me gustaría ver a EEUU animando seriamente a Israel a hacer las concesiones necesarias para un acuerdo de paz con los palestinos. Animar a Israel también significa tranquilizar a Israel. Israel tendrá que tomar grandes riesgos renunciando a los territorios ocupados, renunciando a algunas de sus defensas. A este respecto, no sólo EEUU sino el mundo entero ayudaría a las dos partes extendiendo cuanta más empatía a ambas partes como sea posible.

NEWSWEEK: ¿Qué piensa usted de la amenaza iraní?

AMOS OZ: Me temo que en 10 ó 15 años a partir de ahora, cada país que quiera tendrá los medios de destrucción masiva; así que la campaña contra Irán es un caso perdido. Personalmente estoy más nervioso por Pakistán que por Irán. Pakistán es un estado nuclear con un muy poderoso movimiento islámico, así que estoy más nervioso por Pakistán que por Irán.

NEWSWEEK: ¿Tiene usted una literatura favorita?

AMOS OZ: No tengo una leja con mis queridas obras maestras, aunque Antón Chekhov está muy cerca de mi corazón, quizás sea el más querido para mí. Me hace reír y llorar, algunas veces me hace reír y llorar al mismo tiempo, lo cual es lo que intenté hacer en “Un cuento de amor y oscuridad”: eliminar la línea entre tragedia y comedia. Ya no creo que la tragedia y la comedia sean dos planetas diferentes. Son sencillamente dos ventanas diferentes desde las cuales podemos ver el mismo paisaje de nuestras vidas.

NEWSWEEK: ¿Cómo planea sus libros?

AMOS OZ: No los planeo. Salen. Escucho las voces dentro de mí, voces de los personajes, voces de la gente. No sé quiénes son esas personas, pero me hablan; al principio no las reconozco. Al final, si siguen hablándome el tiempo suficiente, me familiarizo con ellas, hasta que poco a poco se convierten en personajes y lo que hacen los unos con los otros es el argumento. Pero siempre empieza con una concurrencia de voces.

NEWSWEEK: Su madre se suicidó cuando usted era un niño. ¿Ha oído alguna vez su voz?

AMOS OZ: Algunas veces, sí. Muy a menudo oigo las voces de personas que han muerto. Las personas que han muerto son muy importantes para mí.

NEWSWEEK: ¿Y qué si una persona no quiere oír las voces de muertos?

AMOS OZ: El no oír esas voces es perder parte de ti mismo, parte de tu vida. Cuando escribí “Un cuento de amor y oscuridad” estaba invitando a los muertos a tomar café en mi casa. Les decía, “sentaos. Tomemos una taza de café y charlemos. Cuando estabais vivos no hablábamos mucho. Hablábamos de política y temas de actualidad, pero no hablábamos de las cosas que importan… Y después de la charla y el café os iréis. No os vais a quedar a vivir en mi casa. Aunque estáis invitados a dejaros caer de vez en cuando a tomar una taza de café”. Esto bajo mi punto de vista es la forma correcta de tratar a los muertos.

NEWSWEEK: Usted escribió que cuando era pequeño quería crecer para ser un libro. ¿Es más duradero un libro que una persona?

AMOS OZ: Es un tema de seguridad personal. Tenía miedo. Yo era un niño muerto de miedo. Se empezaba a oír en Jerusalén los rumores de los asesinatos masivos de judíos en Europa. El aire estaba cargado de premoniciones de que el mismo destino estaba esperándole a los judíos de Jerusalén. Pensé que era más seguro crecer y convertirse en un libro que convertirte en un hombre adulto, porque como libro, al menos, una copia de mí sobreviviría en alguna lejana biblioteca de un lejano país.

Entrevista de Joanna Chen a Amos Oz para Newsweek Web Exclusive.

14 de febrero de 2008.

Traducida del inglés: Icíar.