La ruta de los almogávares

El complot estaba bien montado, ¿no les parece? Primero eliminan a un marinero en Palma fingiendo una pelea de taberna. Después consiguen que un tipejo se enrole en el Sea Queen haciéndose pasar por marinero sin licencia y, a la primera oportunidad, el falso marinero hace volar las cintas y las partituras. Ponce era el que las había robado, se había zambullido y las había enganchado a la banda de estribor, bajo la línea de flotación. Después había vuelto a la guardia. Sólo le había fallado una cosa: sus conocimientos de náutica, lo que demostraba que era un marinero de agua dulce. ¿Se acuerdan? José, el marinero ampurdanés, me había dicho: «El capitán había fijado el rumbo y había puesto los motores a siete nudos...» En cambio, Ponce, el ladrón, había dicho: «El capitán había fijado la velocidad a siete nudos por hora y el yate no se ha parado ni un momento...»

Consúltenlo en una enciclopedia: «NUDO:... Metr. Unidad marina de velocidad, equivalente a una milla por hora». Fácil, ¿verdad?