148. Azazel

En los años ochenta empecé una nueva serie de relatos cortos bastante diferentes de todo lo que había hecho antes. Sucedió así…

A principios de aquella década comencé a escribir relatos de misterio para Gallery, y el primero de ellos no implicaba un asesinato (mis relatos rara vez lo hacen). Más bien era la historia de una venganza fantástica.

Mi héroe se desquitaba de un hombre muy rico utilizando a un demonio de sólo dos centímetros de altura cuyos poderes mágicos eran mínimos. Lo que hizo el demonio fue eliminar pequeños trozos de pintura de cuadros muy valiosos que poseía el hombre rico. Estos restos eran lo que formaban las firmas de Picasso y otros artistas y, por tanto, sus cuadros dejaron de tener valor.

Gallery publicó el relato, que titulé Getting Even, en su número de agosto de 1980. Me gustó tanto aquel personaje que escribí el segundo relato de la serie también sobre el diablillo. Pero al editor, Eric Protter, no le pareció bien. Un relato sobre un demonio sí, pero más no. Así que lo archivé sintiéndolo mucho, porque también me gustaba.

Después de haberlo dejado en un cajón durante un año, de repente se me ocurrió que podría venderlo en otra parte. Le pregunté a Protter y me dijo que no tenía ningún inconveniente, siempre que hiciera algunos pequeños cambios para que no pareciera que formaba parte de la serie de Gallery.

Inventé otra situación rápidamente.

Había sólo dos personajes, un narrador anónimo (que evidentemente era yo) y un gorrón llamado George, que siempre me sableaba una comida y después me contaba una historia fantástica. El demonio se llamaba Azazel (un nombre bíblico).

Presenté el relato a F&SF y apareció en el número de abril de 1982 bajo el título de One Night of Song.

Seguí escribiendo nuevos relatos de la serie, que cada vez eran más estilizados. En cada uno, George trataba de ayudar a mi amigo mediante los poderes de Azazel, y en todos ellos la ayuda resultaba ser un estorbo. Por supuesto, se supone que el lector tiene que adivinar que irá mal antes de que yo lo revele y en ese sentido el relato cuenta con cierto misterio.

Además, se trata de relatos deliberadamente muy elaborados y rodeados de una atmósfera embaucadora. Las cosas más ridículas se dicen con toda seriedad y satirizo muchos de los aspectos de la sociedad que creo que lo merecen. Además, los relatos son divertidos, al menos para mí.

Después de publicar dos relatos de Azazel en F&SF, Shawna McCarthy, que entonces era la directora de IASFM, se quejó. Sostenía que debían publicarse en mi propia revista.

Yo repuse:

—Pero Shawna, los relatos son fantasías. Participa en ellos un demonio. F&SF publica fantasías, pero IASFM no.

—Entonces haz que el demonio sea un ser extraterrestre y dale poderes científicos avanzados en vez de mágicos.

Así lo hice. To the Victor se publicó en el número de julio de 1982 de IASFM, y a partir de ese momento allá aparecieron todos los relatos de Azazel.

De vez en cuando recibo cartas de lectores que los critican por insustanciales, frívolos o insignificantes, pero no les hago ningún caso, aunque me tomo la molestia de publicar algunas de estas cartas en la revista. Mi actitud es que IASFM, bajo la dirección de Shawna McCarthy primero y después de Gardner Dozois, es una revista muy seria, que publica relatos de gran calidad literaria que a menudo requieren una considerable concentración para poder apreciarlos en su totalidad. Un relato de Azazel de vez en cuando, que no necesita ninguna concentración sino que se desarrolla con alegría, es un cambio que se agradece, o al menos a mí me lo parece.

Por supuesto, hay quien insiste en que los escribo sólo porque son muy fáciles de elaborar y porque soy un perezoso. Vaya mi desprecio para ellos si piensan que la literatura ligera es fácil de crear. Se necesita bastante arte para escribir de manera sencilla y si fuera tan fácil contar con éxito historias divertidas, se escribirían más.

Cuando llevaba escritos diecisiete relatos de Azazel me pareció que había llegado el momento de publicarlos en forma de libro y llevé la colección a Doubleday, donde Jennifer Brehl había sucedido a Kate Medina como mi directora. A Jennifer no le gustó que Azazel fuera un extraterrestre, quería que fuera un demonio. Le expliqué que eso había sido al principio pero que la revista me hizo cambiarlo. Jennifer me aconsejó:

—Vuelve a cambiarlo. Vamos a decir que éste es tu primer libro de fantasía.

Estuve de acuerdo y así lo hice. También escribí un prólogo que describía cómo el narrador conocía a George. El libro, bajo el título de Azazel y con el subtítulo de Fantasy Stories, se publicó en 1988. Desde entonces, he escrito ocho relatos más de Azazel y, si vivo lo suficiente, supongo que con el tiempo formarán una segunda colección.

Memorias
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
introduccion.xhtml
capitulo_001.xhtml
capitulo_002.xhtml
capitulo_003.xhtml
capitulo_004.xhtml
capitulo_005.xhtml
capitulo_006.xhtml
capitulo_007.xhtml
capitulo_008.xhtml
capitulo_009.xhtml
capitulo_010.xhtml
capitulo_011.xhtml
capitulo_012.xhtml
capitulo_013.xhtml
capitulo_014.xhtml
capitulo_015.xhtml
capitulo_016.xhtml
capitulo_017.xhtml
capitulo_018.xhtml
capitulo_019.xhtml
capitulo_020.xhtml
capitulo_021.xhtml
capitulo_022.xhtml
capitulo_023.xhtml
capitulo_024.xhtml
capitulo_025.xhtml
capitulo_026.xhtml
capitulo_027.xhtml
capitulo_028.xhtml
capitulo_029.xhtml
capitulo_030.xhtml
capitulo_031.xhtml
capitulo_032.xhtml
capitulo_033.xhtml
capitulo_034.xhtml
capitulo_035.xhtml
capitulo_036.xhtml
capitulo_037.xhtml
capitulo_038.xhtml
capitulo_039.xhtml
capitulo_040.xhtml
capitulo_041.xhtml
capitulo_042.xhtml
capitulo_043.xhtml
capitulo_044.xhtml
capitulo_045.xhtml
capitulo_046.xhtml
capitulo_047.xhtml
capitulo_048.xhtml
capitulo_049.xhtml
capitulo_050.xhtml
capitulo_051.xhtml
capitulo_052.xhtml
capitulo_053.xhtml
capitulo_054.xhtml
capitulo_055.xhtml
capitulo_056.xhtml
capitulo_057.xhtml
capitulo_058.xhtml
capitulo_059.xhtml
capitulo_060.xhtml
capitulo_061.xhtml
capitulo_062.xhtml
capitulo_063.xhtml
capitulo_064.xhtml
capitulo_065.xhtml
capitulo_066.xhtml
capitulo_067.xhtml
capitulo_068.xhtml
capitulo_069.xhtml
capitulo_070.xhtml
capitulo_071.xhtml
capitulo_072.xhtml
capitulo_073.xhtml
capitulo_074.xhtml
capitulo_075.xhtml
capitulo_076.xhtml
capitulo_077.xhtml
capitulo_078.xhtml
capitulo_079.xhtml
capitulo_080.xhtml
capitulo_081.xhtml
capitulo_082.xhtml
capitulo_083.xhtml
capitulo_084.xhtml
capitulo_085.xhtml
capitulo_086.xhtml
capitulo_087.xhtml
capitulo_088.xhtml
capitulo_089.xhtml
capitulo_090.xhtml
capitulo_091.xhtml
capitulo_092.xhtml
capitulo_093.xhtml
capitulo_094.xhtml
capitulo_095.xhtml
capitulo_096.xhtml
capitulo_097.xhtml
capitulo_098.xhtml
capitulo_099.xhtml
capitulo_100.xhtml
capitulo_101.xhtml
capitulo_102.xhtml
capitulo_103.xhtml
capitulo_104.xhtml
capitulo_105.xhtml
capitulo_106.xhtml
capitulo_107.xhtml
capitulo_108.xhtml
capitulo_109.xhtml
capitulo_110.xhtml
capitulo_111.xhtml
capitulo_112.xhtml
capitulo_113.xhtml
capitulo_114.xhtml
capitulo_115.xhtml
capitulo_116.xhtml
capitulo_117.xhtml
capitulo_118.xhtml
capitulo_119.xhtml
capitulo_120.xhtml
capitulo_121.xhtml
capitulo_122.xhtml
capitulo_123.xhtml
capitulo_124.xhtml
capitulo_125.xhtml
capitulo_126.xhtml
capitulo_127.xhtml
capitulo_128.xhtml
capitulo_129.xhtml
capitulo_130.xhtml
capitulo_131.xhtml
capitulo_132.xhtml
capitulo_133.xhtml
capitulo_134.xhtml
capitulo_135.xhtml
capitulo_136.xhtml
capitulo_137.xhtml
capitulo_138.xhtml
capitulo_139.xhtml
capitulo_140.xhtml
capitulo_141.xhtml
capitulo_142.xhtml
capitulo_143.xhtml
capitulo_144.xhtml
capitulo_145.xhtml
capitulo_146.xhtml
capitulo_147.xhtml
capitulo_148.xhtml
capitulo_149.xhtml
capitulo_150.xhtml
capitulo_151.xhtml
capitulo_152.xhtml
capitulo_153.xhtml
capitulo_154.xhtml
capitulo_155.xhtml
capitulo_156.xhtml
capitulo_157.xhtml
capitulo_158.xhtml
capitulo_159.xhtml
capitulo_160.xhtml
capitulo_161.xhtml
capitulo_162.xhtml
capitulo_163.xhtml
capitulo_164.xhtml
capitulo_165.xhtml
capitulo_166.xhtml
epilogo.xhtml
catalogo.xhtml
notas.xhtml