Junto con Kissinger, Nixon redefinió el papel de EE. UU. en la guerra de Vietnam y se realizó la retirada gradual de los quinientos mil soldados que combatían en Vietnam del Sur, aunque se prolongó durante cuatro años. Su mayor logro fue su aproximación y apertura de relaciones con la República Popular de China. Nixon también viajó a Moscú para negociar el primer paso para un acuerdo sobre limitación de armas estratégicas. En Oriente Próximo, estableció relaciones con Egipto manteniendo los compromisos con Israel.

El 7 de noviembre de 1972 Nixon obtuvo una de las victorias más aplastantes de la historia electoral norteamericana y fue reelegido presidente. La alegría duró poco. Meses antes, el 17 de junio de 1972, se había producido el allanamiento de la sede central del Partido Demócrata en el edificio de oficinas Watergate, con el fin de realizar escuchas ilegales, por hombres contratados por algunos colaboradores del presidente. En marzo de 1974, el Gran Jurado Federal consideró al presidente copartícipe, sin cargos formales, en una conspiración para obstruir la acción de la justicia en la investigación del escándalo Watergate. En la tarde del 8 de agosto, Nixon anunció su dimisión. El 9 de agosto Gerald Ford prestaba juramento del cargo.

Richard Nixon falleció el 22 de abril de 1994. Con él el hombre puso el pie en la Luna y con él regresaron derrotadas las tropas de Vietnam; la mayoría de los soldados quedaron locos, mutilados o traumatizados. Muchos de ellos mendigan las calles completamente alcoholizados. EE. UU. nunca se ha recuperado de la derrota en una guerra absurda contra un país en vías de desarrollo. Todavía hoy el escándalo Watergate sigue generando polémica.