Capítulo 1

 

 

Logan no podía creerlo, convertido en un semidiós y tumbado en la cama junto a una verdadera diosa. Irynae dormía plácidamente, mientras él, recostado hacia ella, acariciaba su pelo. No podía ser más feliz, por fin se sentía pleno. Irynae abrió los ojos y le dedicó una sonrisa.

 

—¿Qué te ocurre Logan? Hasta los vampiros necesitan descansar.

 

—No puedo. Mi energía se repone con demasiada rapidez y con sólo un par de horas de sueño estoy repuesto. Pero todo tiene su lado positivo, puedo pasarme el resto del día mirándote.

 

—¿Y no te aburres?

 

—¿Cómo podría aburrirme observando a la mujer más bella de este mundo sabiendo que ella me pertenece?

 

Irynae lo atrae hacia ella y lo besa apasionadamente. Ella también rebosaba felicidad, ha encontrado a su príncipe azul, siempre supo que el vampiro de ojos de fuego que la salvó cuando era humana existía y ahora es suyo para siempre.

 

 

 

Lejos de allí Lodhar y el resto del clan, entraban en el lujoso jet. Su Bastión había resurgido y debían acudir a su llamada.

 

Aradhian asumía el control del clan cuando su Bastión se ausentaba, era un hombre alto, delgado, con el pelo corto y blanquecino, algo que llamaba la atención sobre él eran sus ojos color plata. Aunque solía ser frío y reservado, era extremadamente leal a su Bastión.

 

Los hermanos gemelos Zarod y Zared, compartían rasgos, sus cuerpos eran musculosos, derrochaban fortaleza, su pelo negro y sus ojos castaños. Constituían la fortaleza física del grupo.

 

Martha era la protegida del Bastión, su favorita, una joven rubia de ojos negros. Siempre estaba callada en ausencia de su Bastión, al que consideraba su padre.

 

Lodhar atusó su bigote y se ajustó el cinturón del asiento. Aradhian inició la maniobra de despegue, alzando el vuelo y desapareciendo en la inmensidad de la noche.

 

 

 

Karsacry jugaba a la pelota con Jud, a pesar de que le fastidiaba ese juego. Jud echaba mucho de menos a Logan y a Irynae, a pesar de que sólo llevaban unas semanas alejados del clan. Straush parecía preocupado como si presintiera algo malo, Julius seguía encerrado en su laboratorio investigando Dios sabe qué. Láyonel estaba ocupado reconstruyendo su Club por lo que a penas si lo veían.

 

 

 

Una semana más tarde, Logan terminó el papeleo pendiente con Tony y junto con Irynae regresó a la mansión donde habitaría el resto de su vida, junto a su clan, su nueva familia.

 

Karsacry lo abrazó y lo levantó en el aire, Jud le dio una patada  a Karsacry para que soltara a Logan, ella también quería achucharlo. Julius, más formal, le estrechó la mano, sus ojos mostraban satisfacción. Irynae quedó charlando con el alegre grupo, mientras Logan subía las escaleras y caminaba hasta el despacho de Straush.

 

Como de costumbre estaba sentado a la mesa leyendo un libro de aspecto antiguo.

 

—¿Si quieres puedo averiguarte la colección de Clive Cussler? Más que nada para que actualices tus lecturas.

 

Straush levantó la vista y sonrió.

 

—Sigues tan irónico como siempre. Ya empezaba a echarlo de menos.

 

Logan hizo una reverencia y se acercó a él. Straush lo abrazó, cosa que  le sorprendió.

 

—Te noto raro. ¿Ocurre algo? —preguntó Logan.

 

—No lo sé, seguramente no será nada, pero me siento mal, es como si presintiera que algo va a ocurrir y temo que no sea nada bueno.

 

Logan colocó su mano derecha sobre el hombro de Straush.

 

—Sea lo que sea, lo afrontaremos juntos mi Bastión.

 

—Eso sí que me deja sin palabras, tú mostrando respeto. —dijo Straush sonriendo pícaramente.

 

—No te acostumbres, ya sabes que no se me da bien. Pero ten presente que aunque maleducado, pendejo y toca huevos, siempre te seré leal.

 

—Lo sé Logan. Ya lo demostraste con creces.

 
Una extraña en mi ventana
titlepage.xhtml
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_000.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_001.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_002.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_003.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_004.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_005.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_006.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_007.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_008.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_009.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_010.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_011.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_012.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_013.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_014.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_015.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_016.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_017.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_018.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_019.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_020.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_021.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_022.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_023.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_024.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_025.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_026.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_027.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_028.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_029.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_030.html
CR!RJ67J2JCYX75V8NB000H6QB1GJR7_split_031.html