[51] Organismo federal que controla las comunicaciones, así como los medios de información, en Estados Unidos. (NT). <<
[52] Lawrence se pasó varias horas en las celdas del sótano de la Audiencia hasta que el Tribunal de Apelación de EE. UU. determinó su libertad en tanto que se viera la apelación. Tres días más tarde, los abogados de Alfred Baldwin anunciaron que éste, voluntariamente, liberaba al Los Angeles Times de conservar el secreto de las cintas y notas confidenciales. Sólo entonces el periódico entregó las cintas al Tribunal. <<
[53] Hay que recordar que existe una gran diferencia entre el procedimiento judicial, tanto penal como civil, de Estados Unidos con el español, donde no existe el sistema de jurados. (NT). <<
[54] Meses más tarde, Howard Simons comprendió sus sentimientos particulares sobre la posición del Post durante el juicio:
«Tenía el mal presentimiento de que el Watergate podría tergiversarse como ocurrió con el incendio del Reichstag. Ya sabe lo que quiero decir. Al cabo de cuarenta años, la gente aún se pregunta, y seguirá preguntándoselo quizá dentro de otros cuarenta más, si el Reichstag fue incendiado por aquel tipo, si era un alemán o si, solamente era, de veras, un holandés perturbado… Es como estar en una bañera en la que, científicamente, ¿sabe usted?, se va poniendo el agua cada vez un poco más caliente, poco a poco, y uno se cuece sin que se vaya dando cuenta de ello porque el aumento del calor es cada vez tan insignificante que el cuerpo no lo siente, ni lo advierte. Ésa es la diferencia entre el caso Watergate y el asunto de los “Documentos del Pentágono”. En este último caso, los abogados ya intervinieron desde el primer momento… aconsejando, y Katharine tomó la decisión de publicarlos.
»En el caso Watergate no ha ocurrido nada parecido. Jamás llamamos a los abogados para consultarlos como debiéramos haberlo hecho quizá. Nadie les preguntó: ¿Estamos actuando correctamente, cuál es el punto de vista legal de este asunto? No, no nos precipitamos directamente en él sino que fuimos entrando poco a poco, eso es lo que creo». <<
[55] Varias semanas más tarde, en una audiencia posterior al juicio, Sirica dijo con toda claridad que no había creído que Sloan dijera la verdad. Pero lo cierto es que se enfrentaba con la persona errónea. Sloan era el único testigo del CRP que había cooperado de manera total con la investigación. Sirica no hizo ni una sola pregunta relativa a Magruder o a Bart Porter, el director en funciones del CRP. Los dos reconocerían posteriormente que habían cometido perjurio en sus declaraciones durante el juicio. <<
[56] El diario Los Angeles Times había informado con anterioridad que Liddy había sugerido a sus colegas de la Casa Blanca que el New York Times fuera sometido a una operación de escucha electrónica de sus teléfonos, para averiguar cómo habían conseguido obtener los «Ducumentos del Pentágono». De acuerdo con el Los Angeles Times, la sugestión hecha por Liddy fue rechazada con la alegación de que era una locura o una broma. <<
[57] La actitud del Presidente Nixon, posterior a la redacción de este libro, ha probado lo fundado de la suposición de «Garganta Profunda». (NT). <<
[58] Recuérdese que el cargo es equivalente al de Ministro de Justicia. (NT). <<
[59] La conversación de Woodward con el senador se utilizó sólo como base del reportaje, sin citas concretas. Pero el senador Ervin, dio permiso posteriormente para que su nombre se mencionara en este libro. <<
[60] Un grado en el Servicio de Funcionarios Civiles. DeMotte perteneció al servicio civil, funcionario del Estado, con esa categoría, por cierto bastante elevada, pues comienza con el GS-1 y termina con GS-18. <<
[61] Un mes antes había llegado a conocimiento de los reporteros otra indicación aparente de la seriedad con que las fuerzas de Nixon consideraban la amenaza de que Kennedy presentara su candidatura. Woodward recibió una llamada telefónica de una mujer que le dijo que ella y un amigo habían apostado una cena muy cara y lujosa sobre si Howard Hunt había sido arrestado dentro del Watergate. No lo había sido, por lo que la mujer ganó la apuesta. Woodward fue invitado a compartirla, pero el periodista no aceptó.
Unos diez días más tarde, la mujer en cuestión lo visitó en la redacción del periódico. Un comandante retirado del Ejército le había dicho que en marzo de 1972, en uno de los cuarteles generales de los republicanos del área de Washington, «había visto dos spots comerciales de propaganda para la campaña republicana en los que se veía a Teddy Kennedy con una rubia muy llamativa y de grandes pechos, sentada sobre sus rodillas». El nombre del comandante, le dijo la señora, era Morrison J. Hosley, y añadió que poseía actualmente unos almacenes en las afueras de Nueva York.
Al día siguiente, Woodward se puso en contacto telefónico con Hosley.
—Sí —le dijo éste—, vi algunos de esos spots hace como unos siete meses y se me dijo que estaban destinados a ser mostrados en el curso de los diez últimos días de la campaña en el caso de que Kennedy decidiera presentarse… Las escenas de esas películas eran bastante insinuantes, pero no había nada realista en ellas, sino que el espectador tenía que unir los retazos entre sí, en su propia mente, como ocurrió con el caso Goldwater en 1964… con aquellos spots que mostraban un niño caminando sobre la hierba y después la provocación de una explosión nuclear. En este caso se mostraba a Kennedy pronunciando un discurso y, de repente, salía la mujer de los enormes pechos en la pantalla… Sería un buen spot para la TV… Pero no voy a decirle a usted si lo vi en el cuartel general republicano o no fue allí. Supóngase usted lo que quiera.
Woodward volvió a llamarlo por teléfono varios días después y oyó al hombre que le decía:
—Voy a decir que jamás le conté nada y que no fui yo quien le explicó la existencia de ese film. Su fuente se ha secado.
Fue Bernstein quien intentó sonsacarlo más tarde.
—Lo que les dije es ya historia pasada. Yo vi una copia, pero es posible que no desee informarles a ustedes de ello. <<
[62] «Krogh, el Malo». (NT). <<
[63] Recuérdese que el adjetivo radical aplicado a la política en Estados Unidos, tiene un sentido extremo muy distinto del usual en los partidos políticos europeos. Se emplea más bien con el significado de extremista. (NT). <<
[64] De acuerdo con las normas de la justicia norteamericana las citaciones judiciales tienen que ser entregadas en propia mano al personaje demandado para que éste se vea obligado a comparecer ante el juez o tribunal que lo cita. Mientras la citación no obre en su poder, entregada personalmente por un agente judicial, no está obligado a «saber oficialmente» que se le cita y, consecuentemente, no puede ser perseguido por desacato si no acude a la citación. (NT). <<
[65] Stephen Sachs, el abogado de Gray, dijo a Woodward a principios de 1974 que la sugerencia de que Gray había ejercido presión o un chantaje sobre el presidente era «ultrajante y falsa». «Él (Gray) fue a la Casa Blanca sin esperar para nada que se le fuera a dar el cargo». Sachs continuó: «Nixon le dijo que debía ser tan rudo y desconsiderado como Hoover en la lucha contra las filtraciones de secretos de estado y agresivo en el uso de los polígrafos (detectores de mentiras)…». Sachs dijo que la presión sobre la Casa Blanca «no entraba en el comportamiento de Gray. En la mayor parte de los casos, los que pensaban así era porque tenían miedo. Por otra parte es lógico que muchos de ellos pensaran que Gray presionó a la Casa Blanca, porque ésta era su propia forma de comportamiento, pero en modo alguno la de Gray». <<
[66] A finales de 1973, John Dean reconoció que había destruido las agendas en cuestión, que encontró el mes de enero anterior en la carpeta financiera personal del Presidente. La Casa Blanca dijo: «El presidente no sabía que las agendas estaban en su carpeta». Y declinó dar una explicación más detallada. <<
[67] Sloan, sin embargo, dijo que había sido interrogado sobre importantes cuestiones relacionadas con los fondos secretos, cuando unas semanas antes prestó declaración ante el gran jurado federal en Nueva York, que estaba investigando las contribuciones en metálico por parte de Robert L. Vesco, el financiero internacional acusado de estafa. Vesco aportó entre 180 y 200 000 dólares, según averiguó el comité, a la caja fuerte. Esta cantidad incrementó el fondo de Stans y financió la operación Watergate, así como otras actividades clandestinas. <<
[68] Los «Pieles rojas». (NT). <<
[69] La observación se refiere al famoso discurso pronunciado por Nixon en 1952, cuando se presentaba como candidato a la vicepresidencia y en el cual defendió las finanzas de su campaña y la necesidad de disponer de fondos secretos. <<
[70] Una famosa prisión. (NT). <<
[71] Ministerio del Exterior. (NT). <<
[72] Ante el Comité del Senado para el estudio del caso Watergate, Gray corrigió esa afirmación. Dijo que había conservado las carpetas en su casa de Connecticut durante casi medio año y que después las quemó con las basuras de los días de Navidad, en diciembre de 1972. <<
[73] En junio de 1974, Kleindienst fue condenado a un mes de cárcel y 100 dólares de multa. Por vez primera en la historia de EE. UU. un exministro de Justicia era condenado por un delito criminal. (NT). <<
[74] John J. Caulfield, un expolicía de la ciudad de Nueva York, empleado por la Casa Blanca como agente e investigador. <<
[75] Richard M. Helms y el general Vernon A. Walters eran el director y el subdirector de la CIA. <<