Nota de la autora
Con este libro termina la historia de la familia Brunson y, por fin, me lleva al incidente que inspiró toda la serie.
Como he intentado mostrar, la historia de la frontera, real o imaginada, se transmite con sus baladas y una de las más famosa es la balada de Johnnie Armstrong. Cuenta la historia de cuando el rey Jaime V fue a la frontera para demostrar que podía mantener el orden en su reino.
Según lo que podemos saber, Johnnie Armstrong, o Johnnie de Gilnockie, era uno de los cuatreros más tristemente célebres de la frontera y su captura debió de ser un alivio para todas sus víctimas. Unos años más tarde, sir David Lindsay, el autor teatral del palacio del rey Jaime, lo mencionó en una de sus obras.
Sin embargo, la historia la escriben, o reescriben, los contadores de historias y el compositor de la balada de Johnnie lo vio de una forma algo distinta. Según la balada, Johnnie, el rey de la frontera, fue asesinado cuando lo convencieron con una «carta de amor» que le pedía que se reuniera desarmado con el rey.
Acudió con cuarenta de sus hombres vestidos con sus mejores galas para honrar al rey, pero el rey lo acusó de traidor. Armstrong suplicó que le perdonara su vida y las de sus hombres y ofreció al rey todo tipo de regalos, entre ellos, «cuarenta caballos blancos como la leche». Su última oferta fue pagar una renta anual al rey, o, más exactamente, el «chantaje» de todos los habitantes de la zona controlada por Johnnie, «desde Gilnockie hasta Newcastleton».
Sin embargo, no le sirvió de nada. Al ver que iba a morir, Johnnie pronunció un apasionado discurso. En el alegó que nunca había hecho daño a un escocés, solo a los ingleses, y que, por lo tanto, había servido al rey.
Es difícil sentir simpatía por el rey en la balada, quien era tan falso que tendió una trampa a su súbdito. La balada también da a entender que el rey envidiaba a Johnnie por la elegancia de sus vestimentas, otro rasgo bastante innoble. Cuando por fin supo que iba a morir, Johnnie dijo:
«He pedido clemencia a un rostro inclemente,
Pero no se me ha concedido ni a mis hombres ni a mí».
...
«Habría defendido este lado de la frontera
A pesar de sus nobles y de él».
El pobre Johnnie y sus hombres murieron colgados. Según la leyenda, también murieron los árboles de los que los colgaron.
Yo he querido reescribir la historia. Quería que Johnnie Armstrong acabara bien. Hay paralelismos entre la verdad y mi narración. Los Brunson pueden parecerse a los Armstrong y algunos aspectos de Thomas Carwell se inspiraron en la familia Maxwell, aunque todas mis familias son imaginarias. Naturalmente, el rey Jaime es real. Jaime V viajó a la frontera durante los veranos de 1529 y 1530 para intentar por todos los medios restaurar el orden en la zona más ingobernable de toda la isla. Hay quien insinúa que tenía que demostrar algo a su tío, el rey Enrique VIII de Inglaterra. Se pueden conocer los itinerarios del rey y se sabe que llegó hasta Dumfries, donde vivía Thomas Carwell. Sin embargo, los Brunson, los Storwick y los Carwell no existieron nunca. Al menos, eso creo yo, pero nunca se sabe en la frontera...