Antony Beevor
Lo único que aprendemos de la historia es que nadie aprende de la historia.
OTTO VON BISMARCK
He elegido el aforismo de Bismarck porque su observación, aunque sea una exageración bastante cínica, es especialmente pertinente hoy en día.
El auténtico peligro de la ignorancia histórica radica en los políticos que establecen falsos paralelismo con acontecimientos anteriores importantes. En la última década hemos oído a George W. Bush comparar los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos con el ataque a Pearl Harbor. No importa si Bush estaba o no intentado asumir el manto de un gran líder militar, el caso es que eso le animó a ir más lejos e intentar justificar una estrategia de estado contra estado en lugar de tratar la amenaza como un problema de seguridad.
La segunda guerra mundial se ha convertido en un punto de referencia compulsivo. Eden comparó obsesivamente a Nasser con Hitler, y cometió un grave error que desembocó en el fiasco de Suez. Los acólitos de Rumsfeld intentaron dar una imagen de Saddam Hussein que le equipara a Hitler cuando, como mucho, era un mal sucedáneo de Stalin. También predijeron que los vencidos iraquíes colaborarían después de la guerra con sus ocupantes, igual que habían hecho los alemanes y los japoneses después de 1945.
Todos los viejos sarcasmos sobre generales intentado combatir la próxima guerra con las tácticas de la última están fuera de lugar. Son los políticos los que intentan justificar la intervención militar utilizando la anticuada retórica de la segunda guerra mundial, simplemente por su estatus simbólico, según el cual se trató de una guerra correcta.