N
de naranja

Cuando recuerdo aquellos días llenos de emoción, veo una luz cálida y anaranjada.

Desde siempre, el naranja ha sido mi color favorito. Por eso pido que me compren carpetas de dicho color para guardar mis trabajos.

¿Qué hace que te guste un color y no otro? ¿Es el color en sí o las cosas que son de ese color?

Mientras intentaba relajarme por la emoción que me habían generado las últimas noticias, pensé en las cosas de color naranja que me gustan y por qué.

El sol es naranja brillante cuando acaba de salir y naranja oscuro cuando se está poniendo. Me encanta la luz que hay en Itinerarium. Creo que uno de los motivos por los que me siento tan bien trabajando allí, además de mis compañeros, es la maravillosa claridad que inunda mi mesa y todo el despacho.

Las naranjas son de color naranja, claro, porque dan nombre al color. Me encantan cuando son grandes y resplandecientes. Hay quien dice que las untan con cera para que luzcan más en la tienda. También me gusta el zumo de naranja que tomo cuando bajamos a la cafetería con Julen y los demás compañeros a celebrar algún éxito.

Me gusta la camiseta naranja de la selección holandesa, Orange. Allí han jugado futbolistas muy importantes para mis padres, como Johan Cruyff o Ronald Koeman. Creo que el color de la camiseta ayuda a que su fútbol sea tan alegre.

Dicen que el verde es el color de la esperanza, pero para mí es el naranja. Cada vez que veo algo de ese color, aunque sea una zanahoria, me pongo de buen humor.

Últimamente, me han sucedido cosas alegres y siento que el color naranja se ha apoderado de cada detalle en casa. Las conversaciones son de color naranja, las miradas y las sonrisas también.

Aunque a veces los colores fríos nos hielan por dentro, el naranja siempre vuelve y sus rayos disuelven mis preocupaciones, como si de bolas de helado se tratara.

Intento, aunque no es fácil para mí, ver el mundo de color naranja.