La vida del Buscón
Hubo grandes diferencias entre mis padres sobre a quién había que imitar en el oficio, mas yo, que siempre tuve pensamientos de caballeros desde chiquito, nunca me apliqué a uno ni a otro. Decíame mi padre; «Hijo, esto de ser ladrón no es arte mecánica, sino liberal». Y de allí a un rato, habiendo suspirado, decía: «De manos. Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen tanto: unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan? No lo puedo decir sin lágrima —lloraba como un niño el buen viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas—: porque no querrían que, donde están, hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros».Las andanzas de Pablos de Segovia constituyen una de las cimas de la novela picaresca española, así como una de sus realizaciones más personales. Aunque Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645) se acogió en esta obra de juventud al patrón narrativo del Lazarillo y el Guzmán de Alfarache, la autobiografía de un personaje sin honra y de baja extracción social le interesó menos en sí misma que como espacio idóneo para dar rienda suelta a su ingenio. De Quevedo afirmó su primer biógrafo que «en cuanto escribió, quiso singularizarse», y buena prueba es esta novela, que, más allá del género al que pertenece, resulta una completa miscelánea burlesca, en la que se dan cita las principales tradiciones cómicas del Quinientos (desde las jácaras a los cuentos folclóricos, pasando por las facecias y los apotegmas), aderezadas con la prodigiosa agudeza verbal del autor y con unos tipos humanos de genial desmesura, factores todos que convierten al Buscón (nunca reconocido como suyo, ni siquiera mencionado, por Quevedo) en uno de los logros absolutos de nuestra lengua y nuestra literatura.Esta obra clásica se publica aquí de acuerdo con el texto crítico más autorizado y con más de 1400 notas a pie de página que lo hacen fácilmente inteligible, pero sin entretenerse en pormenores inútiles. También al final, figura un estudio sobre el autor y la obra y otros materiales complementarios.