Edgar Allan Poe
Edgar Poe, más tarde renombrado Edgar Allan Poe, nació en Boston, Estados Unidos, el 19 de enero de 1809. Huérfano a los 3 años, fue adoptado por los Allan, un rico matrimonio sureño. A pesar de la holgura económica y la educación recibida, la juventud de Poe fue penosa. El señor Allan era autoritario y nunca accedió a reconocerlo legalmente ni cederle su herencia.
Poe se educó en buenos colegios de Estados Unidos e Inglaterra, donde residió entre 1815 y 1820. Tras abruptos finales en la universidad y en la academia militar, fue a vivir a Baltimore con su tía biológica M. Clemm, y con su prima Virginia, quien años más tarde se convertiría en su esposa. Padeciendo extrema pobreza, Poe intenta ganarse la vida con colaboraciones en revistas. Abandona su predilección por la poesía, al entender que los cuentos representaban un género más «vendible». Es así como, desde 1830, empieza a hacerse conocido con sus inigualables cuentos y sus ácidas críticas literarias. Originalmente, todos sus relatos fueron publicados en medios de prensa y ello explica el efectismo y la perfección de sus tramas que capturan al lector con fuerza casi hipnótica, ya se trate de historias fantásticas, extrañas o policiales. El gran admirador y traductor de Poe al francés, Charles Baudelaire, lo definió como el genio «de los nervios», aquel capaz de pintar maravillosamente la «excepción en el orden moral». «El absurdo instalándose en la inteligencia» y «la histeria usurpando el lugar de la voluntad» definen tanto a sus personajes como a su excepcional personalidad.
Sin embargo, su buena fama como escritor se vio opacada por sus raptos de locura y alcoholismo, lo que le ganó la condena de la puritana sociedad de su época. Su extraña enfermedad mental lo llevaba a momentos de desvarío e intoxicación, intercalados con otros de lucidez productiva. En una carta, Poe decía: «Mis enemigos atribuyeron la locura a la bebida, en vez de atribuir la bebida a la locura». En respuesta a las acusaciones de necrológico y enfermizo, decide publicar sus deductivos relatos policiales, como «La carta robada».
Con la muerte de Virginia, en 1847, los fantasmas de persecución y el alcohol se vuelven materia cotidiana. Dos años más tarde, es encontrado inconsciente en una taberna y tras cinco días de agonía, muere el 7 de octubre de 1849. Poe es reconocido en Occidente como el indiscutido «maestro» del cuento moderno.