Los ángeles mudos

Los ángeles mudos

Inmóviles, clavadas, mudas mujeres de los zaguanes

y hombres sin voz, lentos, de las bodegas,

quieren, quisieran, querrían preguntarme:

—¿Cómo tú por aquí y en otra parte?

Querrían hombres, mujeres, mudos, tocarme,

saber si mi sombra, si mi cuerpo andan sin alma

por otras calles.

Quisieran decirme:

—Si eres tú, párate.

Hombres, mujeres, quieren, querrían ver claro,

asomarse a mi alma,

acercarle una cerilla

por ver si es la misma.

Quieren, quisieran…

—Habla

Y van a morirse, mudos,

sin saber nada.