Las FORMAS: ÁNGULOS, ARISTAS, ESQUINAS Y CURVAS
Tanto en la arquitectura de cada edificio como en lo que respecta a los muebles y a los objetos que nos rodean, todos los ángulos afilados se consideran ofensivos e hirientes, además de excesivamente yang, porque golpean nuestro campo de energía personal y desplazan la dirección de la energía que viene hacia nosotros. Exactamente como la luz, la energía rebota en las superficies y éstas la reflejan hacia atrás en un ángulo de 90°.
El antiguo pueblo chino denominaba a los ángulos, aristas y esquinas «flechas envenenadas». Hay que tener en cuenta este concepto y respetar esta analogía, en especial, si alrededor de nuestra casa existen torres, iglesias en punta, filos de tejados, u objetos similares, y si además apuntan hacia la puerta principal de nuestro hábitat. En la decoración interior de una casa puede ocurrir lo mismo con el mobiliario, y, por ser más cotidiano, hay que tenerlo más en cuenta aún, si no queremos que perjudique a nuestra la salud y a nuestro equilibrio psicológico.
* En general, alrededor de todos los ángulos agresivos se crea una turbulencia de qi o una perturbación energética.
• Los ángulos nunca deben apuntar hacia la puerta principal porque «rechazan» a las personas y éstas se sentirán ofendidas sin saber el motivo.
• En los mostradores y estanterías de un negocio, al igual que en una vivienda, debe haber el mínimo número de ángulos posibles hacia el público. Vi a un niño muy perjudicado por tener la estantería de su escritorio (donde pasaba más de tres horas cada tarde) a diez centímetros de su cabeza, apuntando directamente a su sien, un punto de acupuntura muy importante.
• Los ángulos agudos (los de menos de 90°) son más agresivos, perjudiciales o activos energéticamente para las personas que los ángulos obtusos (los de más de 90°). Cuando existan estas angulaciones afiladas a nuestro alrededor, hay que compensarlas acompañándolas con otros elementos curvos de tipo yin o pasivo. Las líneas curvas siempre son pasivas y relajantes, como las de plantas, figuras, sillones orejeros, pantallas, mesas redondas, telas curvadas o enroladas, cortinas ondulantes, muebles de estilo orgánico o antroposófico, etc.
• Los rincones o esquinas interiores entre las paredes atraen el qi y lo estancan, de forma parecida a como se instalan las telarañas en una casa. Estos rincones se convierten en un remanso de energía muerta. Para
armonizar estos ángulos deben redondearse o rellenarse los rincones de paredes, suelos o techos con molduras de yeso o de madera, zócalos curvados, muebles de rincón, luces, plantas, figuras colgantes o esferas de cristales móviles.
* Vigas. Las vigas que tienen aristas muy vivas, de hierro o de cemento, por ejemplo, son materiales y formas un tanto agresivas que generalmente impiden el descanso. Las vigas de madera, un elemento natural muy noble, son más favorables que las de cualquier otro material, sobre todo, si sus esquinas son redondeadas y la madera no está barnizada y aislada del medio, sino simplemente tratada con aceites de lino y otros productos transpirables derivados de la propia madera. En estancias llenas de vigas, se puede colgar de ellas bellos tejidos, cintas ondulantes de colores, ramos de plantas aromáticas, cestas artesanas o móviles; todos ellos elementos curvos y de naturaleza yin. Después de mi larga experiencia como terapeuta y como profesional de la medicina del hábitat he llegado a la conclusión (sabiendo que difiere de lo típico en Feng Shui) de que las vigas de madera en viviendas situadas en un territorio de montaña no alteran la salud de los habitantes, aunque sí lo pueden hacer las de una zona de playa o de calor. Las vigas de madera de una casa situada en un lugar frío y boscoso son agradables y, desde luego, nada perjudiciales energéticamente. En primer lugar, porque los ángulos repetitivos de 90° de cada viga están muy por encima de la cabeza de los habitantes de la casa y no afectan a su campo electromagnético (diferente sería en techos muy bajos y con vigas muy cercanas al cuerpo). En segundo lugar, porque hacer una casa con estructura de madera vista en lugares con bosques, donde abunda este material y se nos ofrece de manera natural, es lo más lógico y sano; lo absurdo sería poner vigas de hierro o de cemento.
Sin embargo, en lugares de playa, en ciudades situadas sobre terrenos áridos o muy alejadas de los bosques, es completamente forzado y antinatural construir con vigas de madera. He observado en cientos de ocasiones que en los climas calurosos y cercanos al mar, las vigas, tanto si son de madera como de otros materiales, resultan más perjudiciales que en zonas montañosas, además de ser más antiestéticas; es decir, hay un cierto rechazo estético respecto a los techos con vigas, que sólo se produce en zonas bajas o de mar, y que no se produce cuando se admira un techo lleno de vigas de madera en una vivienda de montaña.
* Escaleras. Hay que tener en cuenta varias cosas: todas las escaleras producen una cascada de energía en sentido descendente. La sucesión de peldaños en ángulo recto de una escalera recoge la energía, la suma y la hace circular demasiado rápido, de una forma desbordante, siendo realmente excesiva para el campo energético de una persona que pasa varias horas cerca de ellas. Las escaleras que no tienen contrapié son peores aún y aceleran más la energía. No deberíamos tener nunca una mesa, un sillón o un lugar de descanso frente a una escalera, ni arriba ni abajo. En la parte alta de una escalera siempre existe una carencia de qi, y una aceleración a la vez, debido a que la energía se escapa siempre hacia abajo, hacia la fuerza de la gravedad, desbordándose como en una gran cascada de agua. En la parte baja de una escalera (sobre todo si es rectilínea) se genera una acumulación impresionante de energía; mi experiencia me ha enseñado que la parte baja de una escalera es peor energéticamente que las parte alta de la misma, por lo que abajo no es conveniente tener un lugar en el que se deba permanecer más de una hora. A continuación ofrezco algunos consejos útiles a tener en cuenta:
• Las escaleras nunca deberían arrancar de delante de la puerta de la entrada principal de la casa porque la energía nutritiva y saludable se desborda y sale de la casa, llevándose consigo la salud y la armonía de sus habitantes.
• Las escaleras de caracol no se consideran energéticamente muy positivas. Tampoco son saludables si son completamente rectas; desde el punto de vista del equilibrio de la energía, las escaleras ideales son un poco curvadas y anchas.
• Cuando existe una escalera en el interior de una casa, en general, todas las habitaciones de arriba sufren una desvitalización de energía o una desviación de la energía hacia abajo, por lo que las habitaciones de abajo
quedan llenas de un qi hiperactivo y turbulento. En este caso habrá que realizar el tratamiento de «barrera», interrumpiendo el paso de la energía o colocando un espejo frente a las escaleras de modo que el qi circule hacia atrás y se detenga más tiempo abajo; con ello se conseguirá que la energía circule más lentamente. Otro método es poner un móvil o un cristal esférico tallado en el techo sobre los primeros peldaños; esta esfera atrapará el qi y así fluirá por la estancia. Otra buena solución puede ser colgar todos los cuadros en las paredes de la escalera a la misma altura y por grupos, con el fin de no favorecer el sentido inclinado de la misma. O sea, que no es nada favorable, desde el punto de vista energético, ir colocando cuadros uno a uno, cada uno de ellos un poco más arriba que el anterior porque eso acelera y favorece la línea descendente de la energía; pero si esta circulación se va cortando con figuras horizontales, con grupos de dos o tres cuadros, el qi se ralentiza y nutre mejor la vivienda.